COLECCION DE ESCRITOS MISCELANEOS TOMO1 CAPÍTULO 13

Tomo I 4- EL CRISTIANO Y LA LEY ¿Es la ley una «regla de vida» para el cristiano? Hay tres importantes puntos, relacionados entre sí, que a veces son tergiversados, sobre los cuales quisiéramos escribir unas palabras con el solo fin de guardar la verdad de toda falsificación, y de remover, dentro de nuestras capacidades, un tropiezo del camino de los lectores honestamente interesados en la verdad de Dios. Estos puntos son, el sábado, la ley y el ministerio cristiano. En esta ocasión sólo vamos a considerar el tema de la ley en relación con el cristiano, dejando para otra oportunidad los otros dos puntos. A la ley se la contempla erróneamente de dos maneras: ⦁ Primero, como fundamento de la justificación, y ⦁ Segundo, como regla de vida del cristiano Un pasaje o dos de la Escritura serán suficientes para zanjar la cuestión tanto de lo uno como de lo otro. En cuanto a la justificación: “Ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado” (Romanos 3:20). “Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley” (Romanos 3:28). “Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado” (Gálatas 2:16). En cuanto al hecho de ser una regla de vida, leemos: “Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios” (Romanos 7:4). “Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu [lit.: ‘en novedad de espíritu’,] y no bajo el régimen viejo de la letra” (Romanos 7:6). Continuará...

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