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LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS

EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 40

MAX LUCADO 4- LA DULZURA DEL SEGUNDO LUGAR Cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo. —FILIPENSES 2.3, LBLA Marta deja salir un suspiro audible. Lleva una brazada de platos al comedor y los pone en la mesa haciendo harto ruido. Nadie reacciona. Siente la mandíbula tensa y vuelve a la cocina a revolver la sopa. En un rato, vuelve a la sala de estar, con la cuchara de madera todavía en la mano y se da un golpe en la palma con ella, exigiendo: «Maestro, ¿no te parece injusto que mi hermana esté aquí sentada mientras yo hago todo el trabajo? Dile que venga a ayudarme» (v. 40, NTV). Todas las conversaciones cesan. Doce pares de ojos se dan vuelta. María agacha la mirada. Jesús mira hacia arriba. Con las mejillas sonrojadas de ira, Marta frunce el ceño. Sus palabras quedan en el aire como rasguños en un pizarrón. ¿Qué le pasó a Marta, la hospitalaria, a Marta, la acogedora? Lucas nos da la respuesta. «. . . pero Marta estaba distraída con los preparativos para la gran cena» (v. 40, NTV). Tenía grandes planes para causar una gran impresión con un gran evento. En lugar de eso, causó un gran desastre. Pero ella estaba «¡preocupada y tan inquieta con todos los detalles!» (v. 41, NTV). De todas las ironías, aunque Marta estaba en presencia del Príncipe de Paz, ella era la viva imagen del estrés. ¿Qué ocurrió? ¿Cuál es la lección del colapso de Marta? ¿Que cocinar es pecado? ¿Que la hospitalidad es una herramienta del diablo? No. La Biblia le da gran importancia a las fiestas y a los banquetes. ¿Que Marta estaba equivocada por esperar que María la ayudara? Por supuesto que no. Continuará...

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EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 39

MAX LUCADO 4- LA DULZURA DEL SEGUNDO LUGAR Cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo. —FILIPENSES 2.3, LBLA Luego revisa el pastel de carne. Hay que bañarlo dos veces. Una con salsa de tomate y otra con miel. Es momento del segundo baño. Deja el pastel de carne sobre el mesón. Al abrir la despensa para buscar la miel, divisa la jarra de té de menta. ¡Horror de horrores! «¡Olvidé servir el té de menta!». ¿Qué clase de anfitriona es? Agarra una bandeja, lleva algunos vasos con hielo y atraviesa apurada las puertas batientes. A estas alturas Jesús está seguramente gruñendo de la sed. Ella espera que la mire, que vea su reloj y arquee las cejas. Pero él no está molesto. Está sentado en el borde de la silla, contando una historia. Sus ojos bailan. Sus manos se mueven. Los discípulos sonríen mientras Jesús describe a un chico judío que alimenta cerdos. Justo en frente de él, sentada con las piernas cruzadas, en el piso, está María, la hermana menor de Marta. —¿Cerdos —pregunta María. —¡Sí, cerdos! —afirma Jesús. Marta se acerca con una disculpa y una bandeja de té. «Lo siento tanto . . . Se me había olvidado el té. Deben pensar que soy una anfitriona terrible. Pero, olvidé el jengibre y tuve que volver a hacer la sopa. Y el pastel de carne . . . ¡Ay, no, el pastel de carne!». Deja la bandeja sobre la mesa y vuelve apresurada a la cocina. Da golpes a la carne con la salsa. Dice «justo a tiempo» y vuelve a ponerlo dentro del horno. Prepara la tabla para picar y empieza a cortar verduras. A través de las persianas de madera abiertas, ve a María y a Jesús. Su hermana se está riendo. Jesús se está preparando para contar otra historia. Ahí es cuando Marta cae en cuenta. ¿Por qué María no me ayuda? María podría haber cortado las zanahorias o lavado el apio. Definitivamente podría hacer algo. Marta le sube la llama a la sopa. Y siente que el calor aumenta en su corazón. ¿Acaso su hermana no sabía que había trabajo que hacer? Los cubiertos aún están en la gaveta. Los vasos aún están en la despensa. Continuará...

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EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 38

MAX LUCADO 4- LA DULZURA DEL SEGUNDO LUGAR Cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo. —FILIPENSES 2.3, LBLA Piii, piii. La sopa está lista. La sopa de zanahoria y jengibre que su tocaya había preparado en Cocinando con Marta. Marta de Betania recuerda la advertencia de Marta, la cocinera, de no calentar demasiado la sopa ni dejarla reposar mucho tiempo. Ella dice: «Disculpa, Jesús. Necesito ocuparme de la sopa». Se dirige apurada hacia la cocina, saca el delantal del gancho y se lo amarra por detrás de la cintura. Desliza la cacerola para sacarla del quemador, mete una cuchara de madera en la sopa y la prueba. Casi le dan arcadas. Está blanda como clara de huevo. Justo en ese momento, ¡se da cuenta de que había olvidado el jengibre! Marta de Cocinando había mirado hacia la cámara y le había recordado: «No olvides el jengibre». Pero ¿qué se le había olvidado a Marta de Betania? El jengibre. Abre repentinamente toda la persiana de madera y mira hacia la sala contigua. Los discípulos conversan, se ríen y hablan. Marta anuncia: «Puede que se atrase un poco la cena». Jesús la mira y sonríe: «No hay problema». Frenéticamente, Marta se pone a preparar más sopa. Por supuesto, saltarse la sopa está fuera de discusión. Ella está preparando una «gran cena». Tiene toda la velada planificada en la mente. Le dará sopa a Jesús. Los discípulos observarán. Ciertamente la audiencia celestial hará una pausa mientras Jesús prácticamente se desvive con deleite. Él dirá: «Esta sopa está deliciosa». «¡Divina! ¡Celestial! ¡El caldo de los ángeles!». Marta se ruborizará y fingirá desestimar el cumplido. «Oh, Jesús. No es nada. Lo preparé así no más». Pero ahora un gentío se reúne en el jardín delantero. Quizás una camioneta de algún noticiero o dos. Pasarán la voz por toda la calle. «Jesús está en la casa de Marta y le encanta la sopa que hizo». Por supuesto, esa celebración no ocurrirá si Marta no hace la sopa. Así es que vuelve a encender la estufa. Continuará...

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EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 37

MAX LUCADO 4- LA DULZURA DEL SEGUNDO LUGAR Cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo. —FILIPENSES 2.3, LBLA Una vez, Jesús les dijo lo mismo a dos hermanas. En la casa de ellas, la competencia y la comparación amenazaban con arruinar una buena tarde durante el viaje a Jerusalén, Jesús y sus discípulos llegaron a cierta aldea donde una mujer llamada Marta los recibió en su casa. Su hermana María se sentó a los pies del Señor a escuchar sus enseñanzas, pero Marta estaba distraída con los preparativos para la gran cena. Entonces se acercó a Jesús y le dijo: «Maestro, ¿no te parece injusto que mi hermana esté aquí sentada mientras yo hago todo el trabajo? Dile que venga a ayudarme». El Señor le dijo: «Mi apreciada Marta, ¡estás preocupada y tan inquieta con todos los detalles! Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse. María la ha descubierto, y nadie se la quitará». (Lucas 10.38-42, NTV) El escritor de este evangelio, Lucas, en la primera oración, incorporó algunas pistas sobre la personalidad de Marta. «Marta los recibió en su casa» (v. 38, NTV). Marta fue el comité de bienvenida unipersonal. No fueron Marta y María. No fueron Marta, María y Lázaro. Solo Marta. En mi imaginación, ella está parada en el porche y recibe a Jesús en «su casa». No en la casa de ellos. En la casa de ella. Lázaro vive ahí. María vive ahí. Pero son los dominios de Marta.Y este es el momento de Marta. Con los brazos muy abiertos. «Pasen, pasen». Es un gran día. Y Marta tiene en mente una «gran cena» (v. 40). Escolta a Jesús hacia la sala de estar y le ofrece una silla. Hace gestos a sus amigos para que se pongan cómodos. Jesús se sienta y Marta está a punto de hacer lo mismo cuando escucha un ruido que viene de la cocina. Continuará...

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EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 36

MAX LUCADO 4- LA DULZURA DEL SEGUNDO LUGAR Cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo. —FILIPENSES 2.3, LBLA Era un gran día en la casa de los Lucado. Habíamos comprado un piano. A Denalyn le encanta tocar música y quisimos que nuestras hijas compartieran esa pasión. Jenna tenía cinco años. Andrea, tres. Sara estaba recién nacida. Eran muy pequeñas para lograr mucho con el teclado, pero no tanto para hacerle un recital a papi. Así que eso hacían. Casi todas las noches. A lo mejor, era un ardid para posponer la hora de dormir. Si era así, resultaba. ¿Qué padre puede resistirse a esta invitación?: —Papi, ¿puedo tocarte una canción? Por supuesto, decía yo. Por lo tanto, la escena se repetía a menudo. Una pequeñita sentada en la banca del piano. Cubierta con un pijama enterito. El cabello aún mojado por el baño. Golpeando las teclas, más que tocándolas. Al terminar, saltaba del asiento y hacía una reverencia. Yo aplaudía. Denalyn aplaudía. Ahora era el turno de la segunda hermana; la escena se repetía. Era un deleite . . . casi todas las noches . . . excepto por las peleas. (Disculpen, Jenna y Andrea, pero hubo unas pocas).Según Andrea, Jenna tocaba mucho tiempo. Andrea se subía al asiento para estar al lado de Jenna y empezaba a empujarla hacia la orilla. O Andrea arruinaba la canción y Jenna insistía en mostrarle cómo tocarla bien. Andrea no quería ayuda. A esto le seguía una pelea. Pero, papi, la está tocando mal. Pero, papi, es mi turno. Pero, papi . . . Lo que no entendían y lo que trataba de explicarles era esto: papi no estaba calificando la canción. Papi no quería que lo impresionaran. Papi no necesitaba un espectáculo, una presentación ni un concurso. Papi disfrutaba estar con sus niñas, y ya. La competencia y la comparación convirtieron a mis dos amores en tiranas. «¿No podemos estar juntos y ya?», yo les decía. Continuará...

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EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 35

MAX LUCADO 3- NO TE ENCARIÑES CON TUS AVERSIONES Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor. Efesios 4.2, NTV Uno de mis lugares favoritos del mundo es una arboleda que está a orillas del río Guadalupe, a solo minutos de mi casa. Es un lugar pacífico. Nubes lentas y esponjosas flotan por sobre mi cabeza. Un alto risco hace de barrera contra el fuerte viento. Corvinas nadan entre las rocas. El pasto crece a lo largo de la orilla. Y los árboles, ah, los árboles. Cipreses bordean la orilla del río. Los robles vivos de Mesquite y Texas se apiñan en el paisaje. Extienden las ramas y entierran las raíces en el caliche cubierto de tierra. Resisten el invierno y celebran el verano. Y todos están doblados. No hay ni un solo tronco recto entre ellos. Se inclinan y se doblan. Ninguno de los árboles es perfecto. Aun así, proveen el lugar perfecto para encontrar paz. Los pescadores dormitan bajo su sombra. Las aves arman nidos en sus ramas. Las ardillas excavan sus casas en los troncos. La humanidad es como esa arboleda. Aunque intentamos mantener la cabeza bien alta, ninguno lo logra. Nos doblamos y nos torcemos, y nuestra corteza tiene nudos. Algunos de los troncos están cubiertos de musgo. Algunas de las ramas son pesadas. Somos una colección de vigas dobladas. Y está bien. Hay belleza en nuestro dobleces. Por lo tanto, disfruta de la Sociedad de la Viga Doblada. Déjaselas pasar. Sé menos severo. Disminuye tu número de aversiones y ten paciencia con las personas que no las toleran. El mundo, a pesar de las peculiaridades de su gente, es un lugar hermoso para vivir. Cuanto más pronto encontremos su belleza, más felices seremos.

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EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 34

MAX LUCADO 3- NO TE ENCARIÑES CON TUS AVERSIONES Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor. Efesios 4.2, NTV Durante los próximos días serás puesto a prueba. Un conductor olvidará encender la luz de giro. En el avión, un pasajero hablará con volumen alto. En la fila para la caja de «diez productos o menos», habrá una persona queriendo pagar quince. Tu esposo se sonará la nariz como bocina de barco. Tu esposa pondrá su mitad del garaje justo al centro. Cuando esto pase, piensa en la canasta de pelotas de ping-pong. No entregues ni una sola. No hay aversión personal que valga tu alegría ni la de ellos. ¿Te acuerdas del sujeto del cine, que estaba detrás de mí? Con estas palabras que recién leíste, frescas en la mente, decidí practicar lo que predico. Y en lugar de enojarme con él, me empecé a reír con él. Me reí de su risa de sobre aviso. Me reí cuando le contaba a su mujer lo que iba a pasar. Me reí cuando él se reía. Luego me reí del hecho de que él se riera. Ocurrió que tuve entretenimiento doble. ¡La pantalla que estaba al frente y el sujeto que estaba sentado detrás! Comedia en estéreo. ¡Fue como tener dos funciones al mismo tiempo! La paciencia tiene un efecto búmeran. Al tenernos paciencia los unos a los otros, mantenemos la alegría y descubrimos nuevas razones para sonreír. ¿Es fácil de hacer? No. ¿Es esencial? Absolutamente. La vida es demasiado corta y valiosa como para pasarla enojados. Continuará...

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EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 33

MAX LUCADO 3- NO TE ENCARIÑES CON TUS AVERSIONES Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor. Efesios 4.2, NTV Hay un momento para hablar. Antes de hacerlo, revisa tus motivaciones. El objetivo es ayudar, nunca herir. Mírate a ti mismo antes de menospreciar a otros. En vez de ponerlos en su lugar, ponte tú en el lugar de ellos. La verdad es que todos la arruinamos de vez en cuando. Me podría identificar con una mujer de noventa años, llamada Marie, que decidió que hacer las compras de Navidad era simplemente demasiado difícil para alguien de su edad. Prefirió enviar cheques a sus familiares y amigos. En cada tarjeta, escribió: «Compra tu propio regalo». Disfrutó la oleada navideña. No fue hasta después de Navidad que se acercó al escritorio para ordenarlo. Imagina el disgusto que sintió cuando, debajo de una pila de papeles, encontró los cheques que había olvidado enviar. A mí me podría haber pasado lo mismo. ¿Acaso no nos debemos los unos a los otros el tenernos paciencia los unos a los otros? Durante la celebración de su trigésimo aniversario de matrimonio, un amigo mío nos compartió el secreto de su feliz vida de casado. «A principios del matrimonio, mi esposa sugirió que hiciéramos un acuerdo. Ella tomaría todas las decisiones pequeñas y se acercaría a mí para tomar las grandes. Como era de esperarse, durante todos estos años no hemos tenido que tomar ninguna decisión grande».Ciertamente gracioso. Pero hay sabiduría en reconocer el número relativamente bajo de decisiones importantes en la vida. La evidente mayoría de los detalles en el mundo son simplemente eso: detalles. Cosas pequeñas. No te angusties por las cosas pequeñas, y no tendrás mucho por lo que angustiarte. Continuará...

La Alegría de Vivir

Por El Gozo De Tu Amor

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EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 32

MAX LUCADO 3- NO TE ENCARIÑES CON TUS AVERSIONES Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor. Efesios 4.2, NTV Somos propensos a actuar como un sujeto que va por la carretera interestatal. Mientras conduce, recibe una llamada de su esposa. Ella estaba en pánico. «Cariño, ten cuidado. ¡Recién escuché en la radio que un tipo va por el carril equivocado de la carretera!». La respuesta del esposo fue con la misma urgencia. «No es ni la mitad de lo que dices, amor. No es solo uno el que va en dirección contraria. ¡Son cientos!». ¿Crees que el mundo necesita más tolerancia? Sé tú más tolerante. ¿Te gustaría que la gente dejara de quejarse? Cuando tú dejas de hacerlo, el mundo tiene un quejumbroso menos. ¿A nadie lo importa un bledo el pobre? Tu compasión hará que ese bledo crezca. Si quieres cambiar el mundo, comienza por ti mismo. Antes de señalar las motas de los demás, asegúrate de no llevar tú mismo una rama de secuoya. D. L. Moody fue uno de los cristianos más influyentes de su generación. Llevó a la fe a miles de personas y fundó muchas instituciones de educación y capacitación. A pesar del éxito, tuvo la reputación de ser un hombre humilde, poco impresionado de sí mismo y lleno de gracia para con otros. Era famoso por decir: «En este momento tengo tanto problema con D. L. Moody que no tengo tiempo para hallar faltas en otras personas». La enseñanza de Jesús no restaba lugar a las críticas constructivas. Simplemente nos instaba a seguir la secuencia correcta. «Primero saca la rama que tienes en tu ojo, y así podrás ver bien para sacar la basurita que está en el ojo del otro» (Mateo 7.5, TLA; énfasis añadido). Continuará...

Corazón Puro

LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS

EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 31

MAX LUCADO 3- NO TE ENCARIÑES CON TUS AVERSIONES Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor. Efesios 4.2, NTV ¿O cómo puedes decir a tu hermano: «Déjame sacarte la mota del ojo», cuando la viga está en tu ojo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás con claridad para sacar la mota del ojo de tu hermano. (Mateo 7.3-5, LBLA) Jesús visualizó a un sujeto que tiene una viga de dos por cuatro pulgadas que le sale del ojo. Se le asoma como la nariz de Pinocho. Cada vez que se da vuelta, la gente se agacha para cubrirse. Su esposa se niega a dormir con él por miedo a que le pase por encima y la noquee. No puede jugar golf. Cada vez que mira hacia abajo para ver la pelota, la viga se pega al suelo. Pero aunque tenga eso en el ojo, él nunca piensa en eso. Es ingenuo respecto de las miradas de otros. Cuando lo miran, supone que es porque les gusta su camiseta. No ve el tronco en su propio ojo pero no puede evitar darse cuenta de que alguien se está refregando el ojo con un pañuelo. Con gran aplomo, el sujeto de la larga secuoya mira a izquierda y a derecha, haciendo que las personas arranquen en ambas direcciones y luego cruza marchando la avenida y anuncia: «Debes tener más cuidado. ¿No ves que si te entra algo al ojo puede ser dañino?». A continuación, se da la vuelta de forma engreída y se va pavoneándose por la calle. ¿Extraño? Seguro que sí. ¿Le dio al blanco? Absolutamente. Tenemos ojo de águila cuando se trata de los demás, pero somos ciegos como topos para examinarnos a nosotros mismos. Siendo sinceros, crudamente sinceros, ¿no pasamos más tiempo del que deberíamos tratando de corregir a los demás? ¿No tenemos más experiencia en las faltas de nuestros amigos que en las nuestras? Continuará...

Eres Mi Roca

LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS

EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 30

MAX LUCADO 3- NO TE ENCARIÑES CON TUS AVERSIONES Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor. Efesios 4.2, NTV Mandarme al almacén es como enviarme al Amazonas. Es probable que nunca salga de ahí. («Te fuiste hace dos horas ¿y solo compraste patatas fritas?»). Aun así, Denalyn es la persona más feliz entre los muchísimos códigos postales. Pregunten a sus amigos(as) y a mis hijas. Te dirán que está casada con un tipo raro, pero que tiene el nivel de felicidad de una niña en carnaval. Este es su secreto: ha aprendido a disfrutar mi idiosincrasia. Ella cree que soy entretenido. ¿Quién lo habría pensado? A sus ojos, soy un nominado al Oscar para la categoría «Bicho más raro». No te confundas, ella se hace escuchar. Sé cuándo estoy probando su paciencia. Pero nunca tengo miedo de reprobar y eso me hace más feliz. La felicidad es menos una emoción y más una decisión, la decisión de soportarnos los unos a los otros. A todo esto, ¿acaso los demás no tienen paciencia contigo? La próxima vez que encuentres difícil vivir con otros, imagina cómo será vivir contigo. O bien, usando el léxico de Jesús, no te obsesiones con la mota de polvo que está en el ojo de otro mientras ignoras la viga que tienes en el tuyo. Cualquiera que cree que Jesús nunca dijo un chiste, no ha leído estas palabras del Sermón del Monte:¿Y por qué miras la mota de polvo que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo? Continuará...

Del Corazón De Dios

Tu Infinito Amor

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EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 29

Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor. Efesios 4.2, NTV Las personas pacientes ven todas las peculiaridades del mundo. Pero, en lugar de reaccionar ante estas, las aguantan. Gracias por el realismo, Pablo. Hay muchas ocasiones en las que disfrutamos los unos de los otros e incluso en las que nos deleitamos los unos en los otros. Pero también hay ocasiones en que tenemos que hacer un acto titánico de tolerancia solo para soportarnos los unos a los otros. El verbo que usó Pablo significa exactamente eso: tolerar, aguantar y ser paciente. En otras traducciones, se aclara así: «Sean pacientes . . . y tolérense las faltas por amor» (NTV). «Acepten la vida con humildad y paciencia, y tolérense las faltas por amor» (Traducción libre de la versión PHILLIPS). «Tolérense los unos a los otros» (Traducción libre de la versión THE VOICE).Los treinta y siete años de matrimonio entre Denalyn y yo, el rey de las peculiaridades, le han otorgado el grado de doctora en esta materia. Cuando conduzco, mi mente se pone a deambular. Cuando eso pasa, el auto baja la velocidad a la de una tortuga. («¡Max, presta atención!»). Reparo las cosas con riesgo de arruinarlas. («Max, te dije que podía llamar al manitas»). Me cambio de habitación en plena noche. No tengo explicación ni justificación. Despierto con la necesidad de nuevos pastos, y ya. («Max, ¿dónde terminaste anoche?»). Cuando como carne, la mandíbula me hace chasquidos. («Max, con eso distraes a las personas de la mesa de al lado»). Aguanto solo treinta minutos en las fiestas; ella, dos horas. («Max, recién llegamos»). Continuará...

Solo En Tí

Tiempos

LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS

EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 28

MAX LUCADO 3- NO TE ENCARIÑES CON TUS AVERSIONES Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor. Efesios 4.2, NTV Cada aversión le resta saldo a nuestra cuenta corriente de la alegría. Supongamos que hay una canasta de pelotas de ping-pong, la cual representa tu cuota diaria de felicidad. Cada vez que te irritas, si así lo permites, una de ellas desaparece de la canasta. • Es que deja la ropa sucia en el suelo. Desaparece una bola. • Espera hasta el último minuto para maquillarse. ¡Puff! Otra más. • No sé por qué la gente se hace tatuajes. • No sé por qué le importa tanto mi tatuaje. • ¡Los camiones grandes no deberían ocupar espacio doble en el estacionamiento! • ¡Los predicadores no deberían dejarse barba! Así es cómo desaparecen las pelotas de la alegría, una por una, hasta que la alegría se va. ¿Cómo puedes ayudar a los demás a sonreír si tienes un agujero en tu canasta de la felicidad? No puedes. Por eso, el apóstol Pablo dijo: «Sean pacientes, tolerantes unos con otros en amor (Efesios 4.2, NVI). La palabra que usa el apóstol para pacientes es un término que combina «largo» y «ánimo». Las personas de «ánimo corto» reaccionan como cabello al fuego. Las personas pacientes son de «ánimo largo» o tienen longanimidad. La longanimidad es aquella cualidad de autorrefrenamiento ante la provocación que no toma represalias apresuradas ni castiga con celeridad. En otras palabras, el ánimo no cambia. Molestarse es parte de la vida, pero esto no tiene por qué mermarla. Continuará...

Cruzando Los Cielos

LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS

EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 27

MAX LUCADO 3- NO TE ENCARIÑES CON TUS AVERSIONES Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor. Efesios 4.2, NTV Mientras los demás se reían después de que ocurriera algo gracioso, él lo hacía antes. Al ver que se acercaba la parte cómica, comenzaba a reírse entre dientes, como desde el pecho: «je, je, je, je». Luego empezaba a preparar a su esposa y, al hacerlo, nos preparaba a todos nosotros. «Se va a caer. Mira, cariño. Se va a caer. No ve el borde de la acera. Se va a caer». Luego vino el gran momento, junto a su anuncio: «¡Te lo dije! ¡Se cayó! ¡Se cayó!». Estalló en una risotada estruendosa que enmudeció el diálogo que seguía. Un comportamiento peculiar. ¿Qué cosas te exasperan? Conozco a una mujer que tiene una aversión personal hacia el vello facial. Debe ser algo freudiano, aunque Freud tenía barba. Por algún motivo a ella no le gusta. Cuando me dejé crecer la barba, ella manifestó su desagrado. Más de una vez. Mis folículos faciales la atormentaban. En varias ocasiones, después del servicio de adoración, me esperaba en la fila de la recepción y expresaba su opinión. Cada vez que eso ocurría, yo me preguntaba: ¿Valdrá mi barba su frustración? La alegría es un bien tan preciado . . . ¿Para qué sacrificarlo por nimiedades? Las frases que usamos para referirnos a nuestras aversiones revelan quién es la persona que sufre realmente. «Me» irrita o «me» saca de quicio o «me» molesta. ¿A quién irrita, saca de quicio y molesta? ¡A nosotros! ¿Quiénes son los que sufren? ¡Nosotros! Continuará...

Cuando Estoy A Tu Lado

LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS

EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 26

3- NO TE ENCARIÑES CON TUS AVERSIONES Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor. Efesios 4.2, NTV Se hurga los dientes en público. Cada cierto rato, se aclara la garganta de forma muy rara. No puede ver las noticias sin disparar su opinión. Parece como si se aplicara el maquillaje con una espátula. Atraviesa su auto por delante de los otros autos. Interrumpe a las personas cuando hablan. Es más nervioso que puercoespín. Es demasiado despreocupada y su voz, demasiado suave. Te irrita. Te saca de quicio. Irritante. Fastidioso. Exasperante. Molesto. Uff. Ojalá la gente dejara de comportarse como lo que son: personas. Ojalá usaran desodorante, enjuague bucal o comieran con la boca cerrada, hicieran callar a sus bebés gritones y limpiaran el patio desastroso que tienen. El mundo debería funcionar de cierta forma. Y cuando los demás se comportan como a nosotros no nos gusta, llamamos a eso tener una aversión personal. No se trata de una división colosal ni de una rivalidad hostil ni de una violación de la ley. Solo es una aversión personal. Una aversión (rechazo) personal (individual, subjetiva). Una manía particular. Una de las mías fue puesta a prueba cierta noche, cuando Denalyn y yo fuimos a ver una película, una muy graciosa, y la sala de cine estaba repleta. Apenas quedaban asientos. Pero encontramos dos disponibles al lado del pasillo, en la penúltima fila. ¿Les mencioné que la película era cómica? Eso pensaba yo. Y también el sujeto que estaba detrás de mí. Pero él llevó el disfrute cinematográfico a una nueva dimensión. Continuará...

Mi Consuelo Es El Señor

LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS

EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 25

2- ¡Chócalas Rocky! Por eso, anímense y edifíquense unos a otros. 1 TESALONICENSES 5.11, NVI ¿Cuál es el mensaje? Casi sin discusión, se podría reducir a una frase: animarse los unos a los otros. En el capítulo «El gran secreto para tratar con la gente», se insta a los lectores a ser «calurosos para aprobar y abundantes en los elogios». Aquí va una idea. Llama a un amigo o a un familiar e inicia la conversación con estas palabras: «¿Me darías ciento veinte segundos para decirte la gran persona que eres?». Luego deja que fluya. Edifica a esa persona. Reafírmala. Haz que se sonroje. Empápala de palabras de ánimo. Imita al apóstol Pablo, que dijo a sus amigos de Éfeso: «No les he rehuido en ninguna forma. Toda verdad y palabra de ánimo que pueda marcar una diferencia en sus vidas, la tienen» (Hechos 20.20, traducción libre de THE MESSAGE). Hace años me hice amigo de un predicador de la ciudad de Houston, Texas. Después de una maravillosa cena, él me preguntó: «¿Usas mensajes de texto?» (Soy lo suficientemente viejo como para no darlo por sentado). Le contesté que sí y luego intercambiamos nuestros números telefónicos. Unos días después, me envió un mensaje que decía: «Te voy a cambiar el nombre. Ya no eres Max. ¡Ahora eres Max, el Poderoso!». Podrías pensar que un título así me sería indiferente. Soy un ministro de sesenta y cuatro años. Opero en el mundo formal de los púlpitos y del estudio bíblico. ¿Max, el Poderoso? Parece como sacado del patio de juegos de una escuela primaria, ¿no es cierto? Pues para mí no. Cuando veo su nombre en el teléfono, corro a leer el mensaje. Me encanta que me animen. A todos nos encanta. Llevemos felicidad. Animémonos los unos a los otros. Dile «poderoso» a alguien. Dile «especial» a alguien. Llama «Rocky» a alguien. Saca al Pedro que está dentro de Simón. Obsequia el regalo que a Dios le encanta dar: el regalo del ánimo.

Tu Amor Constante

LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS

EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 24

2- ¡Chócalas Rocky! Por eso, anímense y edifíquense unos a otros. 1 TESALONICENSES 5.11, NVI El verbo considerar significa «percibir claramente . . . entender plenamente, considerar estrechamente». John Trent recuerda la historia de un padre joven cuya hija se encontraba en los terribles dos años de edad. Ella era dulce, pero voluntariosa; casi más de lo que él y su esposa podían resistir. El padre decidió llevar a la niña a desayunar fuera de casa, para decirle cuánto la valoraban y la amaban. Cuando se servían los panqueques, le dijo: «Jenny, quiero que sepas que te amo mucho y que eres especial para mamá y para mí. Oramos por ti durante años y, ahora que estás aquí y sigues creciendo y siendo la maravillosa niña que eres, no podemos estar más orgullosos de ti». Cuando terminó de hablar, ella le dijo: «Más, papi . . . más». El padre continuó reafirmándola y animándola. Una vez más, cuando él quiso detenerse, Jenny le rogó que siguiera. Lo hizo dos veces más. «Ese padre no logró comer mucho de su desayuno, pero su hija recibió la nutrición espiritual que tanto necesitaba. En efecto, unos días después, ella corrió espontáneamente hacia su madre y dijo: «Soy una hija muy especial, mami. Papi me lo dijo”». ¿Conoces a alguien que necesite recibir un ánimo desenfrenado? Por supuesto que sí. Todos necesitan un(a) porrista. Sé uno(a) entonces. «Busquen lo mejor del otro y siempre hagan su mejor esfuerzo para sacarlo a relucir» (1 Tesalonicenses 5.15, traducción libre de THE MESSAGE). A mediados de 1930, un instructor de la YMCA le propuso a su supervisor una idea para una clase. Se basaba en algunos principios que había aprendido al trabajar como vendedor en la ciudad de Warrensburg, Missouri. Los directores no podían pagarle los dos dólares por noche que cobraba, por lo que acordó impartir las clases bajo comisión. En un par de años, el curso se hizo tan popular, que el instructor ganaba treinta dólares por noche, en lugar de dos. Un ejecutivo editorial escuchó los mensajes y animó al instructor a compilar las clases en un libro. Y Dale Carnegie lo hizo. El libro Cómo ganar amigos e influir sobre las personas se mantuvo, durante diez años, en la lista de los best sellers del New York Times. Continuará...

Meditación

LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS

EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 23

2- ¡Chócalas Rocky! Por eso, anímense y edifíquense unos a otros. 1 TESALONICENSES 5.11, NVI La mujer se encogió y retrocedió. Doce años de rechazo la habían hecho desconfiar cada vez que recibía atención. Pero Jesús volvió a decir que alguien lo había tocado. Y esta vez ella dijo algo. «La mujer, sabiendo lo que le había pasado, fue y se arrodilló delante de él, y temblando de miedo le dijo toda la verdad» (Marcos 5.33, TLA). Le contó todo. ¿Desde hacía cuánto tiempo nadie escuchaba su historia? Jesús se tomó el tiempo para escucharla hablar. Tenía motivos para no hacerlo. La multitud estaba esperando y los líderes de la ciudad estaban ahí, de pie, una niña moría, la gente empujaba, los discípulos se cuestionaban. ¿Y Jesús? Jesús escuchaba. No tenía que hacerlo. Sanarla de esa aflicción habría sido suficiente. Suficiente para ella. Suficiente para la gente. Pero no suficiente para Jesús. Él quería hacer algo más que sanar su cuerpo. Quería escuchar su historia. El milagro le restauró la salud. Escucharla sanó su dignidad. Y lo que hizo después, ella nunca lo olvidó. Él la reafirmó. La llamó «hija». Es la única vez en los evangelios que él llama a una mujer así. «Hija; tu fe te ha salvado» (Lucas 8.48). Haz esto por alguien. Pídele a alguien que te cuente su historia. Resiste las ganas de interrumpir y de corregir. Apaga el televisor. Desconecta la Internet. Cierra el portátil; silencia el celular. Da el más raro de los regalos: tu completa atención. Elogia abundantemente. El ánimo que aparece en las Escrituras no se trata de palabras casualmente amables, sino de una decisión premeditada y orientada a levantar el espíritu de otra persona. «Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras» (Hebreos 10.24). Continuará...

El Amor De Mi Vida

Gloria A Jesucristo

LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS

EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 22

2- ¡Chócalas Rocky! Por eso, anímense y edifíquense unos a otros. 1 TESALONICENSES 5.11, NVI Tim comenzó a consumir todos los sándwiches y toda la sabiduría que Moniz le daba. El joven de diecisiete años comenzó a sentir que su vida tomaba un rumbo. Luego, golpeó la tragedia. Moniz, de treinta y siete años, murió de edema pulmonar. Tim quedó a los pies de la sepultura de su amigo y en una encrucijada. Lo siguiente dice mucho a su favor. Decidió darle un buen uso a las lecciones que Moniz le había enseñado. Escribió un nuevo propósito para su vida. ¿Su misión? Influir de forma positiva sobre miles de millones de personas. Una meta bastante ambiciosa. Aun así, parece irle bastante bien en su camino hacia ella. Tim juró como miembro del senado estadounidense en 2013, siendo el primer senador afroamericano, desde la época de la Reconstrucción, en representar al Sur de Estados Unidos. Todo comenzó con un sándwich y un hombre que estuvo dispuesto a cruzar la calle y brindar ánimo. ¿Podríamos nosotros hacer algo similar? Mira a los ojos de los Simón Pedro de tu mundo y llama al Rocky que llevan dentro. Escucha intencionadamente. Una mujer desesperada se acercó a ver a Jesús. Se había quedado sin médicos, sin dinero y sin esperanza. Pero lo peor era que se había quedado sin amigos. La enfermedad que la aquejaba la había dejado ritualmente sucia, excluida de su familia y de cualquier templo. Por más de diez años, había sido aislada de la gente. Luego llegó Jesús. Iba de camino a tratar a la hija de un líder de la sinagoga. El gentío era grande y las personas empujaban, pero ella estaba desesperada. Entremetiendo el brazo en la multitud, alcanzó el borde del manto de Jesús. Y cuando lo tocó, dejó de sangrar. «“¿Quién me ha tocado?”, preguntó Jesús» (Lucas 8.45, NVI). Continuará...

Clamor a Tí

Ascendiendo

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EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 21

2- ¡Chócalas Rocky! Por eso, anímense y edifíquense unos a otros. 1 TESALONICENSES 5.11, NVI Esa sensación de insuficiencia vive dentro de miles de millones de corazones. ¿Quién le dirá la verdad a la gente? ¿Lo harás tú? ¿Repartirás ánimo por el mundo? ¿Vas a llevar felicidad a alguien? ¿Llamarás adelante al niño olvidado detrás del grupo? ¿Le recordarás a la humanidad que estamos hechos a la imagen de Dios? ¿Que somos escogidos, que tenemos un destino y que somos amados? ¿Que Dios es por nosotros y no contra nosotros? ¿Que estamos en las manos de Dios, en el plan de Dios? ¿Te enfrentarás cara a cara con el maremoto de insuficiencia que absorbe a la gente hacia el mar? ¿Alcanzarás a los Tim Scott del mundo? A Tim le había tocado una mala mano de naipes. Sus padres se habían divorciado cuando tenía siete años. Su madre, asistente afroamericana de enfermería, trabajaba diecisiete horas, sin poder sacar a su familia de la pobreza a pesar de eso. En la adolescencia, cuando muchos de sus amigos descubrían los videojuegos y a las niñas, Tim servía palomitas de maíz en un cine de la ciudad. Durante el receso, cruzaba corriendo hacia un restaurante de comida rápida y compraba patatas fritas y agua. John Moniz era el dueño del lugar. Se percató de ese cliente frecuente y le preguntó por qué no compraba más comida. Tim no tenía dinero para eso. Moniz consideró el aprieto en que se encontraba el joven. Decidió animarlo. Una tarde, cruzó la calle con una bolsa de sándwiches en las manos. Ambos entablaron una conversación, la cual llevó a una amistad, la que llevó a una mentoría. Moniz se enteró de que Tim estaba reprobando varias asignaturas en la escuela, así que compartió con él lecciones de vida sobre responsabilidad y disciplina. Le transmitió los principios comerciales bíblicos que él usaba en su trabajo. Pero lo más importante, le enseñó al joven sobre Jesús. Continuará...

Dispuesto

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EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 20

2- ¡Chócalas Rocky! Por eso, anímense y edifíquense unos a otros. 1 TESALONICENSES 5.11, NVI Dicho de otra forma, si un entrenador de fútbol quiere aumentar las probabilidades de que una jugadora falle en anotar goles, debe enojarse y gritarle. Si el entrenador quiere que la jugadora vuelva al partido con una visión mejor, debe darle palabras de reafirmación. «Las personas encuentran la manera de convertirse en lo que las motivas a ser, no en lo que las obligas a ser». Un niño pequeño le dijo esto a su padre: «Papá, juguemos a los dardos. Yo los lanzo y tú dices “¡maravilloso!”». Todos necesitamos escuchar un «maravilloso». He aquí el motivo. Hay una conspiración de desánimo en marcha. Las empresas gastan miles de millones de dólares para convencernos de que somos deficientes e insuficientes. Para vender cremas para la piel, nos dicen que tenemos arrugas en el rostro. Para vender nuevas prendas de vestir, dicen que las nuestras están pasadas de moda. Para vender tintes para el cabello, tienen que persuadirnos de que lo tenemos decolorado. Las empresas de mercadeo emplean las mentes más brillantes y los bolsillos más acaudalados para convencer a nuestra generación de que estamos rellenitos, de que olemos mal, de que somos feos y de que estamos pasados de moda. ¡Estamos bajo ataque! Nos podemos sentir identificados con dos vacas que están pastando y ven pasar un camión de leche. Por el costado del camión se ven las palabras «pasteurizada, homogeneizada, estandarizada, con vitamina A».Al notar eso, una vaca le dice a la otra: «Como que te hace sentir insuficiente, ¿no es cierto?». Continuará...

Una Dulce Melodía

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EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 19

2- ¡Chócalas Rocky! Por eso, anímense y edifíquense unos a otros. 1 TESALONICENSES 5.11, NVI Charles Prince tenía treinta años más de experiencia que yo, había estudiado en Harvard y era miembro de Mensa, la sociedad internacional de superdotados. Yo tenía treinta y cinco, era principiante y miembro fundador de la Dense Society. Nuestra relación podría haber sido incómoda e intimidante, pero Charles previno el estrés con una visita a mi oficina, durante la cual me dijo: «No habrá tensión en nuestra relación. Voy a ser tu porrista más grande». ¡Y lo fue! Por veinticinco años, justo hasta el día en que murió, pude contar con una palmadita en la espalda, posterior a cada sermón. «¡Cada semana mejoras más!». Lo encontraba difícil de creer, pero siempre lo valoré. Ese tipo de ánimo genera un efecto como el de Miguel Ángel. El escultor vio la figura de David dentro del mármol y la esculpió. Las personas que animan ven la mejor versión de ti y la invitan a salir no con un cincel, sino con palabras de reafirmación. La doctora Barbara Fredrickson, autora de Vida positiva y psicóloga social de Carolina del Norte, Estados Unidos, afirma que las emociones positivas incrementan nuestra capacidad de reconocer la realidad, lo que nos permite ver el panorama general y expandir nuestra visión periférica. Al abrir la mente, las emociones positivas nos ayudan a fortalecer nuestras relaciones e incluso a mejorar nuestra salud física, porque nos aumentan la energía. En contraste, los estados neutros tienden a limitar nuestra mentalidad y las emociones negativas la contraen mucho más. Continuará...

Melodías Del Alma

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EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 18

2- ¡Chócalas Rocky! Por eso, anímense y edifíquense unos a otros. 1 TESALONICENSES 5.11, NVI ¿Cómo crees que hizo sentir a Pedro esa explosión de reafirmación? Cuando sus amigos comenzaron a llamarle Rocky, cuando Jesús le ponía un brazo alrededor del hombro y le decía «te amo, Rocky», cuando se quedaba dormido en la noche pensando en su nuevo nombre, Rocky, ¿crees que se sentía animado? Por supuesto que sí. Jesús hizo con Pedro lo que hacen los animadores. Convocó a los mejores. Edificó a Pedro. Con la habilidad de un cantero, las personas que animan apilan rocas de reafirmación e inspiración. Sus esfuerzos dan grandes frutos. Tras décadas de investigación sobre el matrimonio, el doctor John Gottman identificó una característica interesante de las parejas felices. Los hogares sanos disfrutan una proporción positivo-negativa de cinco a uno. En otras palabras, por cada comentario negativo o crítica, hay cinco actos o palabras de ánimo. Se observaron resultados similares en los equipos comerciales. En un estudio sobre estilos de liderazgo eficaz, se descubrió que los equipos de alto rendimiento experimentan una proporción positivo-negativa de casi seis comentarios positivos por uno negativo. De modo contrario, los equipos de bajo rendimiento tenían un promedio de tres comentarios negativos por cada positivo. Recibir ánimo intencionado ha impactado mi vida. Llevaba tres años como ministro principal de nuestra iglesia, cuando un ex ministro principal regresó, no solo para vivir en nuestra ciudad, sino también para servir como parte de nuestro personal. Continuará...

Momentos De Júbilo

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EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 17

2- ¡Chócalas Rocky! Por eso, anímense y edifíquense unos a otros. 1 TESALONICENSES 5.11, NVI Fue en esa vorágine de religiones y culturas donde Jesús les preguntó a sus seguidores: «¿Quién dicen ustedes que soy?». Oigo el silencio de los discípulos. Alguien se despeja la garganta. Oigo un suspiro o dos o diez. Veo que bajan la mirada, dejan caer los hombros y agachan la cabeza. Finalmente Pedro dice algo. Podemos imaginar una pausa prolongada, después de la cual dice las palabras más audaces que él, o quizás nadie, jamás había dicho. Miró al rabí sin dinero de Galilea y dijo: «Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente» (Mateo 16.16). Por definición, Cristo significa ungido, escogido. El Cristo, en la mentalidad hebrea, no era solo el mejor de la clase, sino la clase misma. No era la palabra final; era la única Palabra. Pedro osó declarar que Jesús era el Cristo. Jesús prácticamente saltó de alegría ante tal confesión: «Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás . . .» (Mateo 16.17). En lenguaje actual sería algo así: «¡Eso es! ¡Tú sí que sabes! ¡Chócalas! ¡Diste en el clavo!». Jesús le dio a Pedro lo que sería equivalente a una ovación de pie, o tal vez un choque de pecho. Es como si hubiese abrazado el fornido cuerpo del pescador y exprimido de él todo rastro de duda persistente. Incluso le cambió el nombre a este apóstol. Simón ahora se llamaría Pedro, nombre que es el familiar más cercano a petros o Rocky. Simón, el hombre que expresó una fe como una roca sólida, necesitaba un nombre sólido como la roca. Así es que Jesús se lo dio. Continuará..

Vida Tu Me Das

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EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 16

2- ¡Chócalas Rocky! Por eso, anímense y edifíquense unos a otros. 1 TESALONICENSES 5.11, NVI Brindamos ánimo cuando «nos ponemos junto a ellos y los llamamos por su nombre». Al menos esa es la impresión que sacamos de la definición griega. El sustantivo paraklēsis es la combinación de para (junto a) y kaleō (llamar). Jesús lo modeló. Pedro era el discípulo impetuoso. Era dado a hablar muy pronto y a jactarse mucho. Aun así Jesús vio algo en el corazón de ese pescador irascible que le daba mérito para ser llamado. Al llegar Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros, que Jeremías, o alguno de los profetas. Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. (Mateo 16.13-16) Cesarea de Filipo se encontraba exactamente en la frontera entre Israel y el mundo de los gentiles. Atraía caravanas y peregrinos desde Etiopía hasta lo que sería la Turquía de hoy por el norte. Al igual que cualquier ciudad de la antigua Palestina, esta era un crisol. Es muy probable que los seguidores de Jesús, de vida sencilla, hayan quedado muy sorprendidos por el estilo cosmopolita de la ciudad. Habrían oído el encanto de las mujeres y los sonidos de las tabernas y habrían sentido el aroma de las exquisiteces extranjeras. Pero, más que todo, habrían visto los templos. La religión era para Cesarea de Filipo lo que los productos agrícolas eran para los comerciantes callejeros. Ahí se adoraba todo tipo de deidades. Continuará...