ACÉRCATE SEDIENTO Parte 45

 


ACÉRCATE SEDIENTO Parte 45

CINCO: El corazón vuelto a casa

Cada comida de la cafetería la acerca más a los platos domésticos que disfrutará en su nuevo hogar y cada noche en el dormitorio la acerca más a su habitación propia. Si gime por su anhelo de llamar a alguien mamá, recuerda que pronto lo hará. Sus luchas despiertan anhelos fervientes por el hogar venidero. Deja que tu cuerpo lleno de golpes te recuerde aquel eterno que vas a recibir. Que los días de mucha acidez estomacal despierten pensamientos de aquella paz interminable que disfrutarás. ¿Te han acusado falsamente? ¿Has experimentado abuso? La calumnia también es parte de esta vida, mas no de la otra. En lugar de amargarte por los problemas de la vida, presta atención a lo que ellos tienen que decirte. Ciertos momentos son tan terribles que para nada más sirve recordarlos.

Hace años un ensayo de la revista Time introdujo a los lectores al mundo macabro de los niños maltratados. Nos familiarizamos con Antwan, de diez años, utilizado como títere por los matones del barrio y los vendedores de drogas. Ellos le exigieron que se hiciera presente y el niño temía su castigo. Al llegar la policía, los buscapleitos metieron sus drogas en las medias del pequeño, pensando que él no sería requisado. Antwan conocía mejor a los policías que a sus maestros de la escuela. ¿Qué esperanza puede tener un niño como Antwan?

El escritor nos llevó a su humilde inquilinato. Su madre era dueña de un bombillo. Al salir de la cocina lo llevó a la sala y al enroscarlo a la lámpara, la luz tenue iluminó un afiche pegado a la pared de un pequeño niño de color que lloraba. El letrero en la parte de abajo decía: «Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron» (Apocalipsis 21.4). Continuará...


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