ACÉRCATE SEDIENTO Parte 47

 


ACÉRCATE SEDIENTO Parte 47

Segunda parte: Apóyate en Su Energía

SÉIS: Esperanza para los carnales

Encamínate hacia el norte en dirección a la aldea Estresada, gira a la derecha para tomar la vía que atraviesa el valle del Cansancio y al momento entrarás por las calles de Carnelandia. Los habitantes de esta población viven cabizbajos como mulas de carga en una cuesta empinada. Los ojos en el piso, los rostros alargados y los hombros caídos. Si les pides que te expliquen su lentitud para caminar, señalarán sus autos. «Cualquiera se cansaría si tuviera que empujar uno de esos todos los días».

Para tu gran asombro, ¡eso es justamente lo que hacen! Empujan vehículos de un lado para el otro con sus propios músculos, a punta de presionar sus hombros, afirmar los pies y dilatar sus pulmones. En lugar de sentarse tras el timón, se apoyan sobre el baúl. Es un espectáculo que desconcierta tanto tus ojos como tus oídos. ¿Será que oyes lo que crees que oyes? Motores en pleno funcionamiento. Los ciudadanos de Carnelandia introducen la llave, arrancan sus motores, ponen la caja en neutro ¡y empujan! Tienes que preguntarle a alguien por qué hacen tal cosa. Mientras una madre joven termina de empujar su camioneta en el estacionamiento de la tienda de víveres, le preguntas: «¿Alguna vez se le ha ocurrido pisar el pedal del acelerador?»

«Sí claro», contesta ella mientras se quita el sudor de la frente. «Presiono el acelerador para encender el auto, y me encargo de hacer el resto». Una respuesta absurda, pero no más que aquel hombre jadeante al lado de su camión de dieciocho ruedas, que se ve más extenuado que un regordete en el último kilómetro de una maratón. «¿Usted solo empujó este camión que está en perfecto estado de funcionamiento?», le preguntas. «Sí, yo solo», alcanza a responder con voz entrecortada antes de cubrir su boca con una máscara de oxígeno. «¿Por qué no pisó el acelerador?» Voltea la mirada, extrañado. «Pues porque soy un camionero de Carnelandia y aquí todos tenemos fuerzas suficientes para hacer cada uno su propio trabajo». Continuará...


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