ACÉRCATE SEDIENTO Parte 54

 


ACÉRCATE SEDIENTO Parte 54

Segunda parte: Apóyate en Su Energía

SIETE: En espera del poder

Injertada como una espiga de pasto en el rosal de Mateo se encuentra esta declaración: ‘Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban" (Mateo 28.16-17, cursivas añadidas). Tres años de milagros no fueron suficientes. Tampoco lo fueron cuarenta días en el Retiro Exclusivo de la Resurrección. Lo vieron desocupar tumbas y dictar cambios climáticos, pero seguían dudosos.

Suena increíble. ¿Quién podría conocerlo mejor que ellos? Habrías podido hacerles cualquier pregunta sobre Cristo. Lo que fuera. «¿Tarareaba mientras caminaba? ¿Oraba antes de comer? ¿Le hablaba dormido a las tormentas? Si fue así, ¿le hicieron caso las tormentas?» Ellos sabrían la respuesta porque conocían de primera mano a la persona de Cristo. Además, ellos de verdad podían hablar sobre la pasión de Cristo. Juan apartó la vista al oír los golpes del martillo. María derramó lágrimas mientras su hijo gemía. Estaban tan cerca que hasta pudieron ser salpicados por su sangre. Ellos conocieron plenamente su pasión. Cuando llegó la hora de preparar el cuerpo para su sepultura, lo hicieron.

También les llegó la hora de ver la tumba vacía y asimismo lo experimentaron. Pedro pasó un dedo verificador por la piedra corrida. Tomás examinó las manos perforadas de Jesús como si fuera un estudiante de medicina. Además, Jesús les enseñó durante cuarenta días. ¡Cuarenta días! ¿Puedes imaginar un seminario de seis semanas con el Intelecto ordenador de las partículas y los microorganismos? «Cuéntanos otra vez, Jesús, cuéntanos cómo es que saliste del infierno». Entrenados por Cristo mismo, fueron testigos de los momentos más concluyentes de la historia. Estos discípulos están listos, ¿no es cierto? Al parecer, no, porque «algunos dudaban». Continuará...


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LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS