ACÉRCATE SEDIENTO Parte 61

 


ACÉRCATE SEDIENTO Parte 61

Segunda parte: Apóyate en Su Energía

OCHO: El guante que Dios quiere

No es fácil. Tampoco lo es amarrarse los zapatos. Las manos se sienten como pezuñas de caballo. Si saludas a alguien de lejos, pensarán que es alguna clase de burla o insulto. Ni pensar en agarrar un lápiz o marcar un número telefónico. La tela fláccida no tiene agarre ni consistencia. Uno quiere tener dedos extendidos, fuertes y tensos. ¿Por qué? Hay hojas secas que rastrillar, un manubrio por virar, la mano de un vecino para apretar, etc. Es decir, uno tiene muchas cosas que hacer.

Esto mismo puede decirse de Dios. Los bebés necesitan abrazos. Los niños necesitan ser introducidos en sus camas con un beso de las buenas noches. Los huérfanos de los enfermos de SIDA necesitan hogares. Los ejecutivos extenuados necesitan esperanza. Dios tiene trabajo que hacer y para hacerlo Él usa nuestras manos. La mano es al guante lo que el Espíritu Santo al cristiano. «He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo» (Apocalipsis 3.20, cursivas añadidas). Dios entra a nosotros. En ciertas ocasiones lo hace de forma imperceptible y en otras irrumpe sin previo aviso. Dios mete sus dedos en nuestra vida, centímetro a centímetro, para reclamar el territorio que le pertenece por derecho propio.

Tu lengua. Él la reclama para su mensaje. Tus pies. Los requiere para su propósito. ¿Tu mente? La hizo y se ha propuesto usarla para su gloria. ¿Tus ojos, tu cara y tus manos? Por medio de ellos llorará, sonreirá y tocará. Así como un guante responde a la fuerza de la mano, responderás a la dirección de Cristo hasta llegar al punto en que digas: «Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí» (Gálatas 2.20). Por supuesto, el proceso se puede dar muy lentamente. ¿Por qué unos andan tan confiados mientras otros se tropiezan a cada momento? Continuará...


No hay comentarios.:

Publicar un comentario