ACÉRCATE SEDIENTO Parte 67

 

ACÉRCATE SEDIENTO Parte 67

Segunda parte: Apóyate en Su Energía

NUEVE: No depende de ti

No puedo entender por qué alguien quisiera intimidar a Ana Laguna. Si el rostro angelical de esta pequeña de diez años no te conmueve, su voz de querubín lo hará. Sin embargo, según su papá, algún buscapleitos en la escuela trató de complicarle la vida con tácticas de intimidación y todo el miedo que le pudiera infundir. Ana, por su parte, no se doblegó ante la presión y al final no fueron sus hoyuelos en las mejillas ni su voz tierna lo que le permitió salir avante, sino su fe. La otra estudiante era mayor que ella y le advirtió que se preparara para la batalla. «Un día de estos te la vas a ganar», le dijo, pero Ana no se asustó ni lloró. Tan solo informó al agente amenazador sobre los hechos. «Haz lo que tengas que hacer», le explicó, «pero debes saber esto: Dios está de mi lado». Según se informa, nunca más se supo de amenazas u otras tácticas de terror.

A estas alturas de la vida, lo que a ti te espera no son bravucones de la escuela primaria sino la casa funeraria, las mudanzas inesperadas por motivos de trabajo y los amigos por conveniencia del momento. Retos como estos son los que dejan cicatrices en tu paso por la vida. ¿Dónde encuentras la energía para enfrentarlos? Dios nunca promete ausencia de problemas, pero sí la presencia reconfortante de su Espíritu Santo. Cualquier persona podría suponer de entrada que el Espíritu Santo tiene que ver con todo lo espectacular y deslumbrante. Hemos visto las imágenes televisivas de predicadores empapados en sudor, auditorios repletos que se desmayan y caen, intervenciones ininteligibles en lenguas extrañas y la divulgación a veces cuestionable de milagros. Aunque nadie negaría la naturaleza asombrosa y extraordinaria de la obra del Espíritu Santo (lenguas de fuego sobre la cabeza de los apóstoles, por ejemplo), enfocarse tan solo en lo fenomenal podría llevarnos a perder los beneficios de su obra estabilizadora y más silenciosa en nuestro interior. Continuará...