ACÉRCATE SEDIENTO Parte 72

 

ACÉRCATE SEDIENTO Parte 72

Segunda parte: Apóyate en Su Energía

NUEVE: No depende de ti

Bob Coy fue la excepción. Bob sirve en una congregación de muchos miembros en Fort Lauderdale, Florida. Por conversaciones anteriores yo sabía de su carga por las víctimas del SIDA. Cuando levantó la mano para hablar, me imaginé que iba a preguntar algo sobre metodología y políticas. Estaba equivocado. Su pregunta fue personal. —Uno de mis amigos en Miami está muriendo de SIDA. Él gasta dos mil dólares al mes en medicamentos y su compañía de seguros no quiere cubrir los gastos. Me pregunto si podría encontrar alguna ayuda para él.

El representante de la Casa Blanca se sorprendió con la pregunta, pero fue cortés. —Seguro, después de la reunión le pondré en contacto con la persona precisa. El ministro estaba determinado a llevar el problema presentado al primer lugar en la agenda y decidió quedarse de pie. Mostró a todos unos papeles grapados. —Traje estos documentos, si se necesitan más puedo conseguirlos. El empleado del gobierno se mantuvo cortés.

—Claro que sí, con mucho gusto después de la reunión. Había contestado otras dos o tres preguntas cuando notó que el ministro de la Florida tenía otra vez la mano levantada. Esta vez el predicador fue al grano. —Todavía pienso en la situación de mi amigo —explicó—. ¿Quién firma los cheques aquí? —¿Disculpe? ¿Quién firma los cheques? Solo quiero hablar con la persona que toma las decisiones. Por favor dígame, ¿Quién firma los cheques? Mi reacción inicial fue, ¡qué audacia! Un pastor que aprovecha una intervención momentánea en la Casa Blanca para ayudar a un amigo. Después pensé ¡qué lealtad! ¿Será que aquel amigo postrado en cama en la Florida tiene idea de que su causa está siendo presentada a unos cuantos metros de la oficina del Presidente? Continuará...