ACÉRCATE SEDIENTO Parte 73

 

ACÉRCATE SEDIENTO Parte 73

Segunda parte: Apóyate en Su Energía

NUEVE: No depende de ti

¿Sabías que tus necesidades son presentadas de forma similar en el cielo? El Espíritu Santo «intercede por nosotros con gemidos indecibles... el [Padre] que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos» (Romanos 8.26-27). El hombre infectado de SIDA no tiene voz ni influencia para hacerse oír,

pero sí tiene a un amigo que habla en representación suya. El pobre huérfano de Rusia, la viuda desconsolada del soldado, el santo solitario en el ancianato, ellos podrán pensar que no tienen voz ni influencia para defenderse, pero sí tienen a un amigo, un consejero y un consolador, el bendito Espíritu de Dios que habla el lenguaje del cielo en el cielo. Él hace oración por nosotros y en nuestro lugar, convirtiendo en oraciones nuestros suspiros sin palabras y nuestras expresiones de dolor. Él nos mantiene siempre presentes ante Dios. No depende de ti orar tus oraciones. Ninguno de nosotros oramos tanto como debiéramos, pero todos oramos más de lo que pensamos, porque el Espíritu Santo convierte nuestros suspiros en peticiones y nuestras lágrimas en ruegos. Él habla por ti y te protege. Él se cerciora de que seas escuchado y se asegura de que llegues a casa. Ahora, supongamos que una persona nunca oye esto y nunca aprende acerca del sello y la intercesión del Espíritu. Este individuo piensa que la seguridad de la salvación reside en sí mismo y no en Dios, que el poder de la oración depende de la persona y no del Espíritu. ¿Qué clase de vida tendrá esta persona? Continuará...