ACÉRCATE SEDIENTO Parte 84

 


ACÉRCATE SEDIENTO Parte 84

Cuarta parte: Recibe Su Amor

CATORCE: En busca de la profundidad

Pipín Ferreras quiere bucear más hondo que cualquier persona en toda la historia. Tú y yo nos contentamos con bucear a 3 o 7 metros de profundidad. Ciertos aventureros descienden hasta 20 y 30, mas no así Pipín. Este legendario buceador cubano ha descendido a 163 metros de agua oceánica, armado con nada más que aletas, vestido de baño, una resolución tremenda y una bocanada de aire. Su recorrido de ida y vuelta duró tres minutos y doce segundos. Su preparación para tal hazaña consistió en llenar sus pulmones con 8.2 litros de aire, casi el doble de la capacidad normal de un ser humano, inhalando y exhalando durante varios minutos con su tráquea produciendo un sonido similar a una bomba para inflar bicicletas. Después se aferró con las rodillas a un deslizador de aluminio que lo lleva hasta el fondo del mar.

Ningún buceador de estilo libre ha llegado más lejos, pero él todavía quiere ir más hondo. Aunque ya está familiarizado con la clase de presión acuática con que se sometieron a prueba los submarinos de la Segunda Guerra Mundial, para él no es suficiente. El misterio de las profundidades marinas lo atrae con intensidad y quiere bucear cada vez más abajo. ¿Podrías interesarte en un descenso similar que haga estallar tus tímpanos? No en el fondo oceánico, sino en el amor ilimitado de Dios. ... a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios (Efesios 3.17-19). Cuando Pablo quiere describir el amor de Dios, no puede evitar la palabra profundidad. Necesitamos excavar en lo profundo del amor maravilloso de Dios (v. 17) y descubrir cuánto es en realidad (v. 18). Continuará...


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