ACÉRCATE SEDIENTO Parte 103

 


ACÉRCATE SEDIENTO Parte 103

Cuarta parte: Recibe Su Amor

DIECISÉIS: Enfrenta sin temor la eternidad

«Cuenta de sí». Es una cuenta personal, y los hechos de tu familia, tu iglesia o tu nación ni te ayudarán ni te perjudicarán. Serás juzgado de manera individual según tu respuesta a una sola pregunta: «¿Qué hiciste con Jesús?» La riqueza terrenal no importará. La belleza física no será un factor. La fama será olvidada. Tal vez te toque al lado de Napoleón o de Julio César, pero no les harás preguntas acerca de Waterloo ni de Bruto. El graduado de Harvard y el vagabundo serán juzgados conforme a la misma elección: «¿Recibiste a Jesús o lo ignoraste?» Los que lo ignoraron tienen mucho que temer. «Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles» (Mateo 25.41).

En cambio aquellos que lo aceptaron no tienen nada que temer: «tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo» (1 Juan 4.17). Medita en esa frase. Dios ve a los cristianos tal como ve a Cristo: sin pecado y perfecto. Por ende, los cristianos pueden ver el juicio como Cristo lo ve, con confianza y esperanza. ¿Teme Jesús el juicio? No. Un alma sin pecado no tiene por qué. ¿Teme Jesús la muerte? No. El dador de vida jamás será atemorizado. ¿Debería el cristiano temer el juicio o la muerte? No en absoluto. Nuestra posición en el mundo es idéntica a la de Cristo (cp. v. 17). El Hijo de Dios se pone a tu lado para hacer lo que el hijo de Joe Allbright hizo por mí. Continuará...


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