APLAUSO DEL CIELO 3 PARTE

 


APLAUSO DEL CIELO 3 PARTE

DICHOSOS…

1- DELEITE SAGRADO

El momento era solemne y dulce. Hablé poco. No somos audaces en presencia de lo sagrado. «¡Tengo todo lo que necesito para gozar!» dijo Robert Reed. «¡Sorprendente!» pensé. Sus manos están retorcidas y sus pies inutilizados. No se puede bañar solo. No se puede alimentar. No puede cepillarse los dientes, ni peinarse, ni ponerse la ropa interior. Sus camisas se abrochan con tiras de Velero®. Su hablar es arrastrado como un audiocasete gastado. Robert tiene parálisis cerebral. La enfermedad le impide conducir automóvil, andar en bicicleta y salir a caminar. Pero no le impidió graduarse de la secundaria ni asistir a Abilene Christian University , de donde se graduó como profesor de latín. Su parálisis cerebral no le impidió enseñar en una escuela secundaria de St. Louis ni aventurarse a realizar cinco viajes misioneros al extranjero.

La enfermedad de Robert no le impidió ser misionero en Portugal. Se mudó a Lisboa, solo, en 1972. Allí alquiló una habitación de hotel y empezó a estudiar portugués. Encontró un dueño de restaurante que le daba de comer después de la hora más atareada y un tutor que le enseñaba el idioma. Después se ubicaba diariamente en un parque, donde distribuía folletos acerca de Cristo. A los seis años había llevado a setenta a entregarse al Señor, una de las cuales llegó a ser su esposa. Rosa. Hace poco escuché a Robert . Vi a varios hombres llevarlo a la plataforma en su silla de ruedas. Los observé colocar una Biblia en su falda. Observé cómo sus dedos rígidos forzaban las páginas a abrirse. Y observé cómo las personas que integraban el público secaban sus lágrimas de admiración de los rostros. Robert pudo pedir simpatía o compasión, pero hizo lo contrario. Levantó su mano retorcida al aire y se jactó: «Tengo todo lo que necesito para estar gozoso». Continuará...


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