APLAUSO DE CIELO 30 PARTE

 


APLAUSO DE CIELO 30 PARTE

DICHOSOS… LOS QUE LLORAN…

5. LA PRISIÓN DEL ORGULLO

«¿Yo, pecador? Pues sí, claro, de vez en cuando armo un alboroto, pero soy un tipo bastante bueno». «Oiga, soy tan bueno como cualquier muchacho. Pago mis impuestos. Soy entrenador de un equipo de béisbol infantil. Incluso hago donaciones a la Cruz Roja. Tal vez Dios esté complacido de contar con alguien como yo en su equipo». Justificación. Racionalización. Comparación. Estas son las herramientas del preso. Suenan bien. Son familiares. Incluso parecen estadounidenses. Pero en el reino, parecen vacías. 1 Juan 1.9 , énfasis mío. «Dichosos los que lloran» Llorar por los pecados es una efusión natural de la pobreza de espíritu. La segunda bienaventuranza debería venir después de la primera. Pero no siempre ocurre eso. Muchos niegan su debilidad. Muchos saben que están equivocados, y sin embargo fingen estar bien. Como resultado, nunca saborean la exquisita pena del arrepentimiento. De todas las sendas que llevan al gozo, esta debe ser la más extraña. La verdadera dicha, dice Jesús, empieza con una profunda tristeza.

«Dichosos los que están en dificultades y tienen la cordura necesaria para reconocerlo». ¿Gozo a través del llanto? ¿Liberación a través de la rendición? ¿Libertad a través de la confesión? ¿Quiere un modelo? Déjeme presentarle uno. Él era nitroglicerina; si lo tropezaba, estallaba. Se ganaba la vida con sus manos y se metía en problemas con su boca. En muchas maneras, tenía mucho en común con Aníbal. Si hubiese tenido un tatuaje, habría sido una gran ancla negra en su antebrazo. Si hubiesen tenido pegatinas para autos, el suyo habría expresado: «Yo no me enojo; me vengo». Era el varón entre los hombres del mar de Galilea. Su familia lo llamaba Simón, pero su maestro lo llamaba «Rocky». Usted lo conoce como Pedro. Y aunque es posible que no supiera todo lo que debía acerca del autocontrol, sí sabía una cosa acerca en cuanto a ser pescador. Sabía que no debía quedar atrapado en una tormenta… Continuará...


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