APLAUSO DE CIELO 43 PARTE

 


APLAUSO DE CIELO 43 PARTE

…PORQUE HEREDARÁN LA TIERRA

8 EL LADRÓN DEL GOZO

Los discípulos son enviados solos. Por un tiempo limitado entrarán a las ciudades y harán lo que Jesús hizo, pero sin Jesús. Él los reúne para darles las últimas instrucciones. Quizás los discípulos parezcan nerviosos, y tienen por qué estarlo. Lo que Jesús les dice incrementaría el ritmo del pulso de sus corazones. Primero Jesús les dice que no lleven dinero de sobra ni ropa adicional en su viaje. «¿Nada de dinero?» Luego les asegura que los envía «como ovejas en medio de lobos». «Ejem, ¿qué quieres decir. Jesús?» Su respuesta no alienta. Les dice que serán llevados ante autoridades (¡qué!), serán flagelados (ay, ay, ay) y serán arrestados (quejido). Y empeora antes que mejorar. Jesús sigue describiendo el impacto que tendrá su misión en la gente: «El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo. Los hijos se rebelarán contra sus padres y harán que los maten. Todo el mundo los odiará por causa mía, pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo». 

Algunos ojos se cierran. Otros se abren más. Alguien traga saliva. Los pies cambian de posición. Alguien se seca la ceja. Y aunque nadie lo dice, usted sabe que lo están pensando: «¿Será muy tarde para salir de este asunto?» Ese es el entorno del párrafo de Jesús acerca del valor. Tres veces en cinco versículos  dice: «No tengan miedo». Lea las palabras, vea su llamado y la causa del valor. Vea el motivo por el que debiera dormir bien esta noche: «Así que, no los temáis; porque no hay nada encubierto que no haya de ser revelado, ni oculto, que no haya de saberse».  Superficialmente, esas palabras parecerían un motivo de pánico en vez de una fuente de  paz. Véase Mateo 10.1–28 . Mateo 10.21–22 . Mateo 10.26–31 . Mateo 10.26 . ¿A quién de nosotros nos agradaría que se hiciesen públicos nuestros pensamientos secretos? ¿Quién querría que fuesen publicados nuestros pecados privados? ¿Quién se entusiasmaría ante la idea de que todos los actos equivocados que hemos cometido fuesen anunciados a todos? Tiene razón, a nadie le gustaría. Pero se nos dice una vez tras otra que tal cosa sucederá:  No hay nada en toda la creación que esté oculto a la vista de Dios. Todo está al descubierto y expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas. Él es quien revela lo profundo y lo escondido, conoce lo que está en tinieblas  y la luz mora con Él. Continuará...


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