APLAUSO DE CIELO 74 PARTE

 


APLAUSO DE CIELO 74 PARTE

…PORQUE SERÁN LLAMADOS HIJOS DE DIOS.

15: EL PALO ENGRASADO DEL PODER

Cuando un maestro sostenga entre el mentón y la mano un violín de los míos, se alegrará de que Stradivari haya vivido, haya fabricado violines y los haya fabricado de lo mejor[…] Si mi mano se aflojara estaría robándole a Dios[…] ya que Él es el más pleno bien. [Empero] Él no podría hacer los violines de Antonio Stradivari sin Antonio.  Él tenía razón. Dios no podría hacer violines Stradivarius sin Antonio Stradivari. Ciertos dones fueron dados a ese artesano que ningún otro fabricante de violines poseyó. Del mismo modo, hay ciertas cosas que puede hacer usted que ningún otro puede hacer. Quizás es la crianza de los hijos, o la construcción de casas, o animar a los desanimados. Hay cosas que sólo usted puede hacer, y para hacerlas es que usted vive. En la gran orquesta que denominamos vida, usted tiene un instrumento y una canción, y tiene el deber ante Dios de ejecutar ambos de manera sublime. Pero hay un cañón de diferencia entre dar lo mejor de sí para glorificar a Dios y hacer cualquier cosa que haga falta para glorificarse uno mismo. La búsqueda de la excelencia es una señal de madurez. La búsqueda de poder es infantil.

Tal vez le interese saber que la primer jugada de poder no ocurrió en Wall Street ni en un campo de batalla, sino en un jardín. La primera promesa de prestigio fue susurrada con un seseo, un guiño y una sonrisa de víbora por un ángel caído. De pie a la sombra del árbol de la ciencia del bien y del mal. Satanás sabía qué ofrecerle a Eva para convencerla de que comiese la manzana. No fue placer. No fue salud. No fue prosperidad. Fue… bueno, lea usted sus palabras y descubra el cebo que usó: «Sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal».  Las palabras encontraron un punto flojo. «Seréis como Dios». Eva se acariciaba el mentón a la vez que repetía para sí la promesa. «Seréis como Dios». La serpiente corrió la cortina que conducía a la sala del trono e invitó a Eva a sentarse. Ponerse la corona. Levantar el cetro. Colocarse la capa. Ver qué sensación produce tener poder. Ver qué sensación produce ser de renombre. ¡Ver qué sensación produce ejercer el control! Continuará...


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