APLAUSO DE CIELO 76 PARTE


 APLAUSO DE CIELO 76 PARTE

…PORQUE SERÁN LLAMADOS HIJOS DE DIOS.

15: EL PALO ENGRASADO DEL PODER

El palo que lleva a la cima está engrasado, y los peldaños de la escalera están hechos de cartón. Cuando se para en la cima —si es que existe— la única dirección que puede tomar es hacia abajo. Y el descenso suele ser doloroso. Pregúntele a Muhammed Ali. Usted conoce a Ali, el inigualado tres veces campeón mundial de boxeo de peso pesado. Su rostro ha aparecido en la tapa de Sports Illustrated [Deportes ilustrados] más veces que cualquier otro atleta. Cuando «revoloteaba como mariposa y picaba como abeja», era el rey de su profesión. Una comitiva de reporteros, entrenadores y personal de apoyo seguía a este cometa en su carrera alrededor del mundo. Pero eso fue ayer. ¿Dónde está Muhammed Ali hoy? El columnista deportivo Gary Smith salió a averiguarlo. Ali escoltó a Smith a un granero junto a su casa de campo. En el piso, apoyado contra las paredes, había recuerdos de Ali en su época de esplendor. Fotos y retratos del campeón tirando golpes y bailando. Cuerpo esculpido. Puño golpeando el aire. Cinturón de campeonato sostenido en alto en señal de triunfo. «El ídolo en Manila».

Pero las fotos estaban surcadas de rayas blancas… excrementos de pájaros. Ali miró hacia las vigas donde estaban las palomas que habían adoptado su gimnasio como hogar. Entonces hizo algo significativo. Quizás como gesto conclusivo. Tal vez como declaración de desesperanza. Sea cual fuere el motivo, caminó hasta la fila de fotos y de una en una las fue dando vuelta hacia la pared. Luego se dirigió hacia la puerta, miró fijamente el paisaje campestre, y murmuró algo tan bajito que Smith debió pedirle que lo repitiese. Ali lo repitió. «El mundo era mío», dijo él, «y de nada sirvió. Mire ahora».  El palo del poder es un palo engrasado. El emperador Carlomagno lo supo. Hay una historia interesante que tiene que ver con la sepultura de este famoso rey. Según la leyenda, pidió que lo sepultasen sentado en posición erguida sobre su trono. Pidió que su corona fuese colocada sobre su cabeza y su cetro puesto en su mano. Pidió que le colocasen en los hombros su manto real y que le pusiesen un libro abierto sobre el regazo. Eso sucedió en 814 A.D. Casi doscientos años después, el emperador Othello decidió averiguar si el pedido de sepultura había sido cumplido. Supuestamente envió un equipo de hombres a abrir la tumba y hacer un informe. Continuará...


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LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS