APLAUSO DE CIELO 82 PARTE
DICHOSOS… LOS PERSEGUIDOS POR CAUSA DÉ LA JUSTICIA…
16: EL CALABOZO DE LA DUDA
Contra este trasfondo de seres humanos que se desmoronan […] fue que Dios, que podría haber ayudado, contempló a una mujer joven devota a Él, bastante dispuesta a morir por Él para darle la gloria, y decidió quedarse inmóvil y permitir que su muerte se ubicara en los primeros puestos de las cartillas de horror de muertes por fíbrosis quística. ¿Será que a veces Dios permanece inmóvil? ¿Será que Dios algunas veces decide hacer nada? ¿Será que Dios opta por el silencio cuando estoy gritando con toda la fuerza posible?
Hace algún tiempo, llevé a mi familia a una venta de bicicletas para comprarle una a Jenna, que tenía cinco años. Había elegido una reluciente «Starlett» con asiento tipo banana y meditas de aprendizaje. Y Andrea, de tres años, decidió que quería una también. Le expliqué a Andrea que no tenía edad suficiente. Le dije que todavía tenía dificultades con un triado y que era demasiado pequeña para una bicicleta. No hizo caso; igual quería una. Le expliqué que cuando fuese un poco mayor, también recibiría una. Sencillamente se quedó mirándome. Intenté decirle que una gran bicicleta le causaría mayor dolor que placer, más raspones que emociones. Giró la cabeza sin decir palabra. Finalmente suspiré y esta vez le dije que su padre sabía lo que más le convenía. ¿Su respuesta? La gritó con fuerza suficiente para la escucharan todos los que estaban en el negocio: «¡Entonces quiero un papá nuevo!» A pesar de que las palabras provenían de la boca de una niña, comunicaban los sentimientos de un adulto. Continuará...
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