APLAUSO DE CIELO 81 PARTE

 


APLAUSO DE CIELO 81 PARTE

DICHOSOS… LOS PERSEGUIDOS POR CAUSA DÉ LA JUSTICIA…

16: EL CALABOZO DE LA DUDA

¿Es esto lo que hacen los mesías cuando aparecen dificultades? ¿Es esto lo que hace Dios cuando sus seguidores están en aprietos? El silencio de Jesús bastó para formar una gotera en el dique de lo que creía Juan. «¿Eres tú el que había de venir? ¿O será que he seguido al Señor equivocado?» Si la Biblia hubiese sido escrita por una agencia de relaciones públicas, habrían eliminado ese versículo. No es una buena estrategia de relaciones públicas reconocer que uno de los miembros del gabinete tiene dudas acerca del presidente. Uno no permite que se sepan historias como esa si se intenta presentar un frente unido. Pero las Escrituras no fueron escritas por agentes personales; fueron inspiradas por un Dios eterno que sabía que cada discípulo de allí en adelante pasaría tiempo en el calabozo de la duda. Aunque las circunstancias hayan cambiado, las preguntas no.

Las mismas son formuladas cada vez que los fieles sufren las consecuencias de los infieles. Cada vez que una persona da un paso en la dirección correcta, para luego tropezar y caer de bruces, cada vez que una persona hace una obra de bien pero sufre resultados malignos, cada vez que una persona adopta una posición, pero acaba cayendo sobre su rostro… las preguntas caen como lluvia: «Si Dios es tan bueno, ¿por qué me duele tanto?» «Si Dios verdaderamente está allí, ¿por qué estoy aquí?» «¿Qué hice para merecer esto?» «¿Será que esta vez Dios se equivocó?» ¿Por qué son perseguidos los justos?» En su libro Disappointment with God [Desilusión con Dios], Philip Yancey menciona una carta que articula el problema de las expectativas no satisfechas en toda su dolorosa realidad. Meg Woodson perdió dos hijos por causa de fibrosis quística, y la muerte de su hija a la edad de veintitrés años resultó particularmente traumática. Las palabras que siguen expresan su dolor y sus dudas en su lucha por aceptar lo sucedido: Estaba sentada junto a su cama unos días antes de su muerte cuando de repente empezó a gritar. Nunca olvidaré esos gritos agudos, penetrantes y animales […] Continuará,,,


No hay comentarios.:

Publicar un comentario