APLAUSO DE CIELO 84 PARTE
…PORQUE EL REINO DÉ LOS CIELOS ES DE ELLOS.
17: EL REINO POR EL QUE VALE LA PENA MORIR
«Vayan y cuéntenle a Juan lo que oyen y ven, les respondió Jesús: Los ciegos ven, los cojos caminan, los que tienen lepra son sanados, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncian las buenas nuevas. Esta fue la respuesta de Jesús a la pregunta agonizante de Juan desde el calabozo de la duda: «¿Eres el que había de venir, o debemos esperar a otro?» Pero antes de estudiar lo que dijo Jesús, preste atención a un par de cosas que no dijo. Primeramente, no se enojo. No levantó las manos en gesto de disgusto. No gritó: «¿Qué más tengo que hacer para Juan? ¡Ya me hice carne! He vivido sin pecar durante tres décadas. Le permití que me bautizara. ¿Qué más quiere? Vayan y díganle a ese desagradecido come langostas que su incredulidad me deja atónito». Podría haber hecho eso. (Yo lo habría hecho.) Pero Jesús no lo hizo. Subraye ese hecho: Dios nunca ha despreciado las preguntas de un buscador sincero. No ha despreciado las de Job ni las de Abraham, ni las de Moisés, ni las de Juan, ni las de Tomás, ni las de Max, ni las suyas. Mateo 11.4–5 . Mateo 11.3–4 .
Pero note también que Jesús no salvó a Juan. Aquel que había caminado sobre el agua con facilidad podría haber caminado sobre la cabeza de Herodes, pero no lo hizo. Aquel que echó demonios tenía el poder necesario para destruir el castillo del rey, pero no lo hizo. No hubo un plan de batalla. No hubo equipos de armas y tácticas especiales [como SWAT]. No hubo espadas relucientes. Sólo un mensaje: un mensaje del reino. «Díganle a Juan que todo marcha según los planes. El reino está siendo inaugurado». Las palabras de Jesús son mucho más que una declaración de Isaías. Son la descripción de un reino celestial que está siendo establecido. Un reino singular. Un reino invisible. Un reino de tres rasgos distintivos. En primer lugar, es un reino donde los rechazados son recibidos. Continuará...
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