APLAUSO DE CIELO 85 PARTE

 


APLAUSO DE CIELO 85 PARTE

…PORQUE EL REINO DE LOS CIELOS ES DE ELLOS.

17: EL REINO POR EL QUE VALE LA PENA MORIR

«Los ciegos ven, los cojos caminan, los que tienen lepra son sanados, los sordos oyen». No hubo gente más despreciada por su cultura que los ciegos, los cojos, los leprosos y los sordos. No había lugar para ellos. No tenían nombre. No tenían valor. Eran llagas de la sociedad. Exceso de equipaje al costado del camino. Pero a los que la gente llamaba basura. Jesús llamaba tesoros. En mi ropero está colgado un suéter que rara vez uso. Es demasiado pequeño. Las mangas me quedan cortas, los hombros demasiado ajustados. Faltan algunos de los botones y está deshilachado. Debiera deshacerme de ese suéter. No me sirve. Nunca más lo usaré. La lógica dice que debiera desocupar el espado y deshacerme del suéter. Eso es lo que dice la lógica. Pero el amor no me lo permite. Un detalle singular de ese suéter hace que lo conserve. ¿Qué es lo que tiene de particular? Primeramente, no tiene ningún rótulo. En ninguna parte de la prenda podrá encontrar un rótulo que diga, «Made in Taiwan» o «Lávese en agua fría». No tiene rótulo alguno porque no fue producido en una fábrica. No tiene rótulo porque no fue armado en una línea de producción. No ha sido producido por un empleado sin nombre ganándose la vida. Es producto de la expresión de amor de una madre devota.

Ese suéter es singular. Único en su clase. No puede ser reemplazado. Cada hebra fue escogida con cuidado. Cada hilo seleccionado con afecto. Y aunque el suéter ha perdido todo su uso, no ha perdido nada de su valor. Es valioso no por su fundón, sino por su creadora. Eso debe ser lo que tenía en mente el salmista cuando escribió: «Tú me formaste en el vientre de mi madre».  Piense en esas palabras. Usted fue formado. No fue producto de un accidente. No fue el resultado de una producción en masa. No es el producto de una línea de montaje. Usted fue deliberadamente planificado, específicamente dotado y amorosamente ubicado sobre esta tierra por el Maestro Artesano. «Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para hacer las buenas obras que de antemano Dios dispuso que hiciéramos».  En una sociedad que da poco lugar a los que son de segunda categoría, eso constituye una buena noticia. En una cultura donde la puerta de la oportunidad sólo se abre una vez y luego se cierra de un golpazo, eso constituye una revelación. Continuará...


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