APLAUSO DE CIELO 93 PARTE


 APLAUSO DE CIELO 93 PARTE

ALÉGRENSE Y ESTÉN CONTENTOS, PORQUE ES GRANDE

SU RECOMPENSA…

18: APLAUSO DEL CIELO

Ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él enjugará toda lágrima de los ojos de ellos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor porque las primeras cosas ya pasaron». El que estaba sentado en el trono dijo: «¡Yo lo hago todo nuevo!»  Juan está viejo cuando escribe estas palabras. Su cuerpo está agotado. El viaje ha sido duro. Sus amigos se han ido. Pedro está muerto. Pablo ha sido martirizado. Andrés, Santiago, Natanael… son figuras nebulosas de una época anterior. Al escuchar la voz desde el trono, me pregunto: ¿Recuerda acaso el día en que la escuchó en la montaña? Pues es el mismo Juan y el mismo Jesús. Los mismos pies que hace tanto tiempo subieron por la montaña detrás de Jesús se afirman para seguirlo otra vez. Los mismos ojos que miraron al Nazareno mientras enseñaba en la cumbre son los que buscan verlo otra vez. Los mismos oídos que escucharon a Jesús describir por primera vez el deleite sagrado escuchan cómo es revelado nuevamente.

En este encuentro final en la cumbre de la montaña. Dios levanta el telón y permite al guerrero echarle un vistazo a la patria. Cuando se le asigna la tarea de poner por escrito lo que ve, Juan escoge la comparación más bella que puede ofrecer la tierra. La Ciudad Santa, dice Juan, se parece a «una novia hermosamente vestida para su prometido». ¿Qué cosa es más bella que una novia? Uno de los beneficios adicionales de ser ministro es que me toca dar una ojeada a la novia antes que nadie al ubicarse a la entrada de la nave central. Y debo decir que nunca he visto una novia fea. He visto algunos novios a los que no les vendría mal un retoque o dos, pero nunca ha sido el caso de una novia. Tal vez sea el aura de blancura que se adhiere a ella como rocío a una rosa. O quizás sean los diamantes que brillan en sus ojos. O posiblemente sea el sonrojo de amor que le pinta las mejillas o el ramillete de promesas que lleva. Sea lo que fuere, uno tiene la sensación al ver a una novia que está viendo la belleza más pura que el mundo pueda ostentar. Una novia. Un compromiso vestido de elegancia. «Estaré contigo para siempre». El mañana trayendo esperanza al día de hoy. Pureza prometida fielmente entregada. Continuará...


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