DAVID: LA VIDA DE LA FE parte 4

 


DAVID: LA VIDA DE LA FE parte 4

Introducción

¡Que la consideración de esta verdad nos conduzca a una mayor vigilancia en nuestros caminos, y a ser más solícitos en sembrar “para el Espíritu”, a fin de segar también del Espíritu “vida eterna” (Gálatas 6:8)! El capítulo 4 presenta un cuadro humillante de la condición de Israel, en relación con la casa culpable de Elí: “Por aquel tiempo salió Israel a encontrar en batalla a los filisteos, y acampó junto a Eben-ezer, y los filisteos acamparon en Afec. Y los filisteos presentaron la batalla a Israel; y trabándose el combate, Israel fue vencido delante de los filisteos, los cuales hirieron en la batalla en el campo como a cuatro mil hombres” (v. 1-2). Israel realizaba en ese momento la maldición inherente a la infracción de la ley (Deuteronomio 28:25). No podía hacer frente a sus enemigos; su desobediencia lo privaba de toda fuerza. 

Notemos ahora la naturaleza y la base de su confianza, en ese instante de apremiante necesidad: “Cuando volvió el pueblo al campamento, los ancianos de Israel dijeron: ¿Por qué nos ha herido hoy Jehová delante de los filisteos? Traigamos a nosotros de Silo el arca del pacto de Jehová, para que viniendo entre nosotros nos salve de la mano de nuestros enemigos” (v. 3). ¡Qué motivo pobre para confiar! No contiene una palabra acerca de Jehová. No piensan en Él como la fuente de toda fuerza; no es para ellos su “escudo y adarga”. No; confían en el arca e imaginan vanamente que ella puede librarlos. ¿De qué podía servirles, si no iba acompañada de la presencia de “Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel”? Él no estaba allí; había sido contristado por los pecados no confesados ni juzgados del pueblo. Y ningún símbolo, ni ninguna ordenanza, podía reemplazarlo. Continuará...


No hay comentarios.:

Publicar un comentario