DAVID: LA VIDA DE LA FE parte 7


 DAVID: LA VIDA DE LA FE parte 7

Introducción

Durante este tiempo, Dios dejó de actuar públicamente en favor de Israel, y el arca de su presencia fue llevada de ciudad en ciudad entre los filisteos incircuncisos. Este período está lleno de instrucción. El arca de Dios entre extranjeros, e Israel, durante este tiempo, puesto a un lado, son circunstancias que no pueden dejar de interesar al espíritu y de cautivar la atención de toda persona que estudia la Escritura con cuidado e inteligencia. 

“Cuando los filisteos capturaron el arca de Dios, la llevaron desde Eben-ezer a Asdod. Y tomaron los filisteos el arca de Dios, y la metieron en la casa de Dagón, y la pusieron junto a Dagón” (1 Samuel 5:1-2). Vemos allí el triste y humillante resultado de la infidelidad de Israel. Con manos descuidadas y con corazones incrédulos, no supieron guardar el arca de Dios y evitar que fuese tomada y colocada en el templo de Dagón. ¡De qué manera había faltado Israel!: dejaron caer todo de sus manos; abandonaron lo más sagrado, y dejaron que fuese profanado y blasfemado por incircuncisos. Y nótese que éstos consideraron que la casa de Dagón era suficientemente sagrada para el arca de Jehová, la cual pertenecía al lugar santísimo. La sombra de Dagón fue sustituida por las alas de los querubines y los rayos de la gloria divina. Los pensamientos de los príncipes de los filisteos eran el triunfo de Dagón sobre Jehová, pero no eran ésos los pensamientos de Dios. Si los israelitas no supieron defender el arca, porque habían olvidado la gran verdad de que el arca jamás podía separarse de la presencia de Dios en medio de ellos; si, por otra parte, los príncipes de los filisteos habían presumido insultar el símbolo sagrado de la presencia divina, asociándolo de una manera impía con su dios Dagón; si, en una palabra, los israelitas se habían mostrado infieles y los filisteos profanos, el Dios de Israel seguía siendo fiel a sí mismo ―fiel a su propia santidad― y Dagón cae delante del arca de Su presencia. “Y cuando al siguiente día los de Asdod se levantaron de mañana, he aquí Dagón postrado en tierra delante del arca de Jehová; y tomaron a Dagón y lo volvieron a su lugar. Y volviéndose a levantar de mañana el siguiente día, he aquí que Dagón había caído postrado en tierra delante del arca de Jehová; y la cabeza de Dagón y las dos palmas de sus manos estaban cortadas sobre el umbral, habiéndole quedado a Dagón el tronco solamente” (1 Samuel 5:3-4). Continuará...


No hay comentarios.:

Publicar un comentario