JOB Y SUS AMIGOS parte 42

 


JOB Y SUS AMIGOS parte 42

2:DISCURSOS DE LOS AMIGOS DE JOB

De este modo perdemos el sentido de Su presencia, la luz de Su faz y la santa tranquilidad de estar en Sus amantes manos y bajo Su paternal mirada. Nos volvemos gruñones, impacientes, irritables y criticones. Nos alejamos cada vez más de Dios, de la comunión con él; caemos en todo tipo de errores, juzgando a todos menos a nosotros mismos, hasta que, finalmente, Dios nos toma de la mano y, mediante su directo y poderoso ministerio, nos trae de nuevo a él en una verdadera contrición de corazón y humildad de mente. Éste es “el fin del Señor”. Debemos concluir este artículo. Con mucho gusto nos extenderíamos más sobre el bendito ministerio de Eliú. Con placer y provecho podríamos citar sus demás apelaciones al corazón y a la conciencia de Job, sus tajantes argumentos y sus incisivas preguntas. Pero debemos dejar que el lector medite por sí solo los capítulos restantes. Cuando lo hayamos hecho, veremos que tan pronto como Eliú termina su ministerio, Dios mismo comienza a tratar directamente con el alma de Su siervo (caps. 38-41). Con el objeto de hacer sentir a Job su propia insignificancia, Dios apela a las obras de la Creación que hacen ver su poder y sabiduría. No es nuestra intención entresacar fragmentos de una de las partes más sublimes y magníficas del inspirado canon. Estos pasajes deben ser leídos en su conjunto. No necesitan ninguna explicación. Lo único que podría hacer el dedo del hombre es empañar su lustre. Su claridad sólo puede igualarse a su grandeza moral. Todo lo que queremos hacer es simplemente llamar la atención al poderoso efecto producido en el corazón de Job a través del ministerio más maravilloso que pudo haber escuchado jamás un mortal, a saber, el ministerio directo del mismo Dios viviente.  

Este efecto fue triple. Tocaba a Dios, a Job mismo y a sus amigos; tres puntos en los que precisamente estaba tan completamente errado. En cuanto a Dios, Eliú había señalado el error de Job en estas palabras: “Que Job no habla con sabiduría y que sus palabras no son con entendimiento Deseo yo que Job sea probado ampliamente, a causa de sus respuestas semejantes a las de los hombres inicuos. Porque a su pecado añadió rebeldía; bate palmas contra nosotros, y contra Dios multiplica sus palabras... . Continuará...


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