DAVID: LA VIDA DE LA FE parte 67


 DAVID: LA VIDA DE LA FE parte 67

4- NABAL Y ABIGAIL 

A medida que avancemos con nuestro tema, tendremos la oportunidad de ver este principio aplicado más ampliamente; consideremos ahora el segundo carácter que nos presenta este instructivo capítulo. Es el de Abigail, la mujer de Nabal, “mujer de buen entendimiento y de hermosa apariencia” (v. 3). Bello testimonio, ciertamente, y que muestra que la gracia puede manifestarse en las circunstancias más desfavorables. La casa del ruin Nabal debía ser una atmósfera desecante para una persona como Abigail, pero ella, como lo veremos, esperaba en Dios, y no fue en vano. La historia de esta mujer notable está llena de estímulo e instrucción para todos aquellos que se encuentran limitados e impedidos por asociaciones y lazos inevitables. A éstos, la vida de Abigail simplemente les dice que sean pacientes, que esperen en Dios; que no supongan que están privados de toda oportunidad de dar testimonio. El Señor puede ser abundantemente glorificado por una apacible sumisión, y dará, seguramente, alivio y victoria al final. Es verdad que varios tienen que reprocharse a sí mismos por haberse comprometido en estas relaciones, por haber formado estos lazos que son una traba para ellos; pero, aun entonces, si realmente sintieron su locura y el mal que cometieron, si lo confesaron y juzgaron delante de Dios, y si su alma estuvo en entera dependencia de él, el fin será bendición y paz.  

Abigail es empleada aquí para detener a David mismo en un camino que no era según Dios. Su vida, hasta el momento en que el sagrado historiador la introduce en la escena, pudo haber estado caracterizada por muchas penas y pruebas; difícilmente podía ser de otro modo, estando asociada a alguien como Nabal. Pero el tiempo se encargará de poner en evidencia la gracia que estaba en ella. Había sufrido en la oscuridad, pero ahora estaba a punto de ser extraordinariamente elevada. Muy pocas miradas se habían fijado en su humilde servicio y en su paciente testimonio, pero muchos contemplaban su gran fortuna. La carga que había llevado en secreto iba a ser quitada ante un gran número de testigos. El valor del servicio de Abigail no consistía tanto en el hecho de haber salvado a Nabal de la espada de David, sino en impedir que David sacase su espada. Continuará…


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