CONVERSIÓN ¿QUÉ ES? Capítulo 23

4 - LA VERDADERA NATURALEZA DE LA CONVERSIÓN Tomen ese pecado grande, quejumbroso, universal, de la "avaricia" (o, "codicia"). ¿Cómo la llama el apóstol inspirado? Él la llama "idolatría" (Colosenses 3:5 - RVR60; traducida "codicia" en la BJ - N. del T.). ¡Cuántos corazones son dominados por el dinero! ¡Cuántos adoradores se inclinan delante del ídolo del oro! ¿Qué es la avaricia? Es, o el deseo de obtener más, o el amor a lo que tenemos. Tenemos ambas formas en el Nuevo Testamento. El idioma Griego tiene una palabra para representar ambas. Pero, sea el deseo de poseer, o el deseo de acumular, en ambos casos se trata de idolatría. Y con todo, las dos cosas pueden ser muy diferentes en su desarrollo exterior. El primero, es decir, el deseo de obtener más, puede ser hallado a menudo en conexión con una disposición favorable para gastar; lo último, por el contrario, está vinculado generalmente con un intenso espíritu de acumulación. Hay, por ejemplo, un hombre de gran capacidad comercial - un completo genio comercial - en cuyas manos todo parece prosperar. Él tiene un entusiasmo real por los negocios, una sed inextinguible por hacer dinero. Su único objetivo es obtener más, añadir miles a los miles, fortalecer su base comercial, y ampliar su esfera. Él vive, prospera, y se deleita, en la atmósfera del comercio. Él comenzó en su carrera con unos pocos centavos en su bolsillo, y se ha elevado a la orgullosa posición de un príncipe comerciante. Él no es un tacaño. Él está tan dispuesto para malgastar como para obtener. Él viaja suntuosamente, agasaja con una hospitalidad espléndida, da con gran generosidad a múltiples objetivos públicos. Él es tenido en estima y respetado por todas las clases sociales. Pero él ama obtener más. Él es un hombre codicioso - un idólatra. Continuará...

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