¿AMA DIOS A TODOS? Capítulo 7

¿Quiénes son aquellos que se les llama “mundo”? Solo una respuesta podría ser posible: ¡el mundo del pueblo de Dios! Argumentar con sutileza: tratar de torcer el significado con argumentos ingenioso. De la misma manera, el “mundo” en Juan 3:16 debe referirse, en última instancia, al mundo del pueblo de Dios. Decimos que “debe” referirse porque no hay otra solución alternativa. No puede significar toda la raza humana, porque la mitad de la humanidad ya estaba en el infierno cuando Cristo vino a la tierra. Es injusto insistir en que “el mundo” significa cada ser humano que vive ahora, porque todos los demás pasajes del Nuevo Testamento donde se menciona el amor de Dios, lo limita a Su propio pueblo: ¡busque y vea! Los objetos del amor de Dios en Juan 3:16 son precisamente los mismos que los objetos del amor de Cristo en Juan 13:1: “Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin”. Podemos admitir que nuestra interpretación de Juan 3:16 no es nueva inventada por nosotros, sino una dada casi uniformemente por los reformadores y puritanos, y muchos otros desde entonces. Es extraño, pero es cierto, que muchos que reconocen el gobierno soberano de Dios sobre las cosas materiales se quejarán y argumentarán con sutilezas cuando insistamos en que Dios también es soberano en el ámbito espiritual. Pero su disputa es con Dios y no con nosotros. Hemos presentado las Escrituras en apoyo de todo lo expuesto en estas páginas, y si eso no satisface a nuestros lectores, es inútil que tratemos de convencerlos. Lo que escribimos ahora está diseñado para aquellos que se inclinan ante la autoridad de las Sagradas Escrituras, y para beneficio de ellos, proponemos examinar varias otras Escrituras que han sido deliberadamente [seleccionadas para este propósito]. 2 Pedro 3:9 Quizás este es el pasaje que ha presentado la mayor dificultad para aquellos que han visto pasaje tras pasaje en las Sagradas Escrituras, y este pasaje enseña claramente la elección de un número limitado para salvación, nos referimos a 2 Pedro 3:9: “no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”. Lo primero que se debe decir sobre el pasaje anterior es que, como todas las demás Escrituras, debe entenderse e interpretarse a la luz de su contexto. Continuará...

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