CONVERSIÓN ¿QUÉ ES? Capítulo 40

7 - SOMOS LLAMADOS “A SERVIR” Nuestra respuesta es simplemente esta: Somos llamados para servir a Dios, y todo debe ser probado por esta norma. El Cristiano tiene que hacerse este única pregunta - '¿Puedo yo cumplir con los deberes de esta situación para la gloria de Dios? Si la respuesta es no, él debe abandonarla. Si no podemos conectar el Nombre de Dios con nuestra ocupación en la vida, entonces, ciertamente, si queremos andar con Dios, si aspiramos servirle a Él, si nuestro único deseo es ser hallados agradables delante de Él - entonces debemos renunciar a esa ocupación, y buscar que Él abra alguna senda para nosotros en la cual podamos andar para Su alabanza. Esto Él lo hará, bendito sea Su Nombre. Él nunca le falla a un alma confiada. Todo lo que tenemos que hacer es allegarnos a Él con corazón firme, y Él allanará el camino delante de nosotros. Puede parecer difícil al principio. La senda puede parecer estrecha, dura, solitaria; pero nuestra sencilla tarea es estar por Dios, y no continuar ni por una hora en conexión con cualquier cosa contraria a Su voluntad revelada. Una conciencia tierna, un ojo sencillo, un corazón consagrado, aclararán muchos interrogantes, resolverán muchas dificultades, removerán muchas barreras. En efecto, los instintos mismos de la naturaleza divina, si se les permite actuar, guiarán en muchas incertidumbres. "La lumbrera del cuerpo es el ojo; si, pues, tu ojo fuere sencillo, todo tu cuerpo estará lleno de luz." (Mateo 6:22 - VM). Cuando el propósito de corazón es fiel a Cristo - fiel a Su nombre y causa - fiel al servicio de Dios, el Espíritu Santo abre los preciosos tesoros de la revelación divina al alma, y derrama un torrente de luz viva sobre el entendimiento, de modo que nosotros vemos la senda de servicio tan clara como un rayo de sol delante de nosotros, y sólo tenemos que andar por ella con paso firme. Continuará...

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