EL YUGO DESIGUAL Capítulo 16

2- EL YUGO DESIGUAL COMERCIAL Consideremos ahora el yugo desigual en su aspecto comercial, tal como lo vemos en el caso de las sociedades comerciales[3] . Si bien no presenta un aspecto tan serio como el que acabamos de considerar —pues en éste uno puede librarse con mayor facilidad que en el conyugal—, no deja de ser un obstáculo positivo al testimonio del creyente. Cuando un creyente se une en yugo desigual con un incrédulo con fines comerciales —al margen de que el socio incrédulo sea o no un pariente—, o cuando llega a ser socio de una empresa del mundo, abandona virtualmente su responsabilidad individual. De ahí en adelante, todos los actos de esa razón social serán también sus propios actos, y es completamente evidente que no se puede hacer que una firma comercial establecida sobre principios mundanos, actúe sobre la base de principios celestiales. Todos se reirían de semejante idea, puesto que ello sería un positivo obstáculo para el éxito de las operaciones. Los socios mundanos se sentirán completamente libres para adoptar los recursos que les parezcan convenientes a fin de llevar adelante sus negocios, y tales medios empleados bien pueden ser —por no decir que serán— contrarios al espíritu y a los principios del reino de Dios, donde está el creyente, y de la Iglesia de la cual forma parte. Por eso, un cristiano asociado a un incrédulo se hallará continuamente en una posición sumamente penosa. Él podría servirse de su influencia para buscar cristianizar el modo de conducir los asuntos; pero los demás lo obligarían a manejar los negocios de la misma manera que lo hacen todos, y así no tendría más remedio que derramar sus lágrimas en secreto por su anómala y difícil posición, o bien retirarse, sufriendo una gran pérdida pecuniaria para sí y para su familia. Si el ojo fuera sencillo, no tendría ninguna duda acerca de cuál de las dos soluciones tendría que adoptar; pero, ¡ay, el mismo hecho de haberse colocado en tal posición demuestra la falta de un ojo sencillo!; y el hecho de hallarse en ella demuestra la falta de discernimiento espiritual para poder apreciar el valor y la autoridad de los principios divinos, que de otro modo no dejarían dehacer salir a un cristiano de tal asociación. Continuar...

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