LA ASAMBLEA DE DIOS CAPÍTULO 17

2- QUÉ ES LA ASAMBLEA DE DIOS No sólo tenemos que considerar al catolicismo romano al desarrollar nuestro primer punto. Tememos que, además de los católicos romanos, haya miles de personas que, en sus corazones, estén pendientes de la Iglesia, si no para lograr la salvación, al menos como si ella fuese un peldaño para alcanzarla. De ahí la importancia de ver claramente que el terreno en el cual se reúne la Asamblea de Dios es la salvación o la vida eterna; de modo que, cualquiera sea el objetivo de la Asamblea, no es por cierto el de proveer salvación a sus miembros, ya que todos éstos son salvos antes de franquear el umbral de ella. La Asamblea de Dios es una casa de salvación de un extremo al otro. ¡Bendito hecho! No es una institución establecida con el propósito de proveer salvación a los pecadores, y ni siquiera para proveer a sus necesidades religiosas. Es un cuerpo vivo, salvado, formado y reunido por el Espíritu Santo para dar a conocer a los “principados y potestades en los lugares celestiales, la multiforme sabiduría de Dios” y para declarar ante el universo entero la absoluta suficiencia del Nombre de Jesús. Ahora bien, el gran enemigo de Cristo y de la Iglesia está bien enterado del poderoso testimonio que la Asamblea de Dios está llamada y destinada a dar en la tierra; por eso él despliega toda su energía infernal para aplastar ese testimonio de cualquier manera. Él aborrece el Nombre de Jesús y todo aquello que tienda a glorificar ese Nombre. De ahí proviene su ardiente oposición a la Asamblea como un todo y a cada expresión local de ella en cualquier lugar en que se halle. Él no tiene ninguna objeción contra una mera institución religiosa erigida con el propósito de proveer a las necesidades religiosas del hombre, ya sea que esté mantenida por el esfuerzo voluntario o por el Gobierno. Continuará...

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