COLECCION DE ESCRITOS MISCELANEOS TOMO 1 CAPÍTULO 38

Tomo I 9- ¿ES CORRECTO QUE LAS MUJERES HABLEN, OREN O ENSEÑEN EN PÚBLICO? “¿Qué dice la Escritura?” Respuesta a una carta: Puede que en respuesta de esto se diga que Dios utiliza la predicación y la oración de las mujeres para la bendición de las almas. Pues bien, ¿qué prueba esto? ¿Acaso que sea correcto que las mujeres prediquen? No; sino la soberana bondad de Dios. ¿Vamos a argüir, basados en el hecho de la bendición divina, lo que no deberíamos ser llevados a aprobar? Dios es soberano, y puede obrar donde y mediante quien le plazca; nosotros somos siervos, y debemos hacer lo que él nos dice que hagamos. En el tiempo del avivamiento de Ulster en 1859, fueron alcanzadas muchas almas en capillas católicas romanas, en presencia del sacrificio de la misa. ¿Demuestra eso que el catolicismo romano es correcto? No; sólo prueba que Dios es bueno. Razonar a partir de los resultados, puede conducirnos al más craso error. Debería ser suficiente, para todo aquel que se inclina bajo la autoridad de las Escrituras, saber que el Espíritu Santo manda estrictamente a la mujer a que guarde silencio en la asamblea pública (1.ª Corintios 14:34-35). Y ciertamente podemos decir: “La naturaleza misma ¿no os enseña” lo moralmente inapropiado que es el hecho de que una mujer aparezca en un púlpito o sobre una plataforma? Incuestionablemente lo es. Hay muchas y diversas maneras en que las mujeres pueden “combatir juntamente en el Evangelio” (Filipenses 4:3) sin lo indecoroso de la predicación en público. No se nos dice cómo “ellas combatieron juntamente” con el bienaventurado apóstol; pero con toda seguridad, que no lo hicieron hablando en público. En cuanto a las cuatro hijas de Felipe el evangelista “que profetizaban” (Hechos 21:9), falta que los defensores de la predicación de las mujeres demuestren que ellas ejercían ese don en público. Creemos que lo hacían en la privacidad y el retiro de la casa de su padre. Continuará...

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