COLECCION DE ESCRITOS MISCELANEOS TOMO 1 CAPÍTULO 75

Tomo I 12- JUZGARSE A SÍ MISMO El segundo pasaje se encuentra en 2.ª Corintios 13: “pues buscáis una prueba de que habla Cristo en mí... examinaos a vosotros mismos” (v. 3-5). El resto del pasaje es un paréntesis. El punto esencial es éste: el apóstol apela a los mismos corintios como la clara prueba de que su apostolado era divino; de que Cristo hablaba en él, de que su comisión provenía del cielo. Él los consideraba como verdaderos cristianos, a pesar de toda la confusión que reinaba en la asamblea; pero, puesto que ellos constituían el sello de su ministerio, ese ministerio debía ser divino, y, por ende, no debían oír a los falsos apóstoles que hablaban en contra de él. El cristianismo de los corintios y el apostolado de Pablo estaban tan íntimamente relacionados que poner en duda el uno implicaba poner en duda el otro. Resulta claro, pues, que el apóstol no exhortaba a los corintios a examinarse a sí mismos con la idea de que dicho examen pudiera resultar en el triste descubrimiento de que no eran cristianos en absoluto. ¡Todo lo contrario! En realidad, es como si yo fuera a mostrarle un auténtico reloj a una persona y le dijese: «Ya que usted busca pruebas de que el hombre que fabricó este reloj es un verdadero relojero, examine el aparato». Resulta claro, pues, que ninguno de los pasajes citados aporta garantía alguna que apoye la idea de ese tipo de «examen de conciencia» o «autocrítica» que algunos sostienen, el cual se basa en un sistema de dudas y temores y carece de todo respaldo en la Palabra de Dios. El juicio propio, sobre el cual deseo llamar la atención del lector, es algo totalmente diferente. Es un sagrado ejercicio cristiano del más saludable carácter. Tiene por base la más inquebrantable confianza respecto de nuestra salvación y aceptación en Cristo. Continuará...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario