COLECCION DE ESCRITOS MISCELANEOS TOMO 1 CAPÍTULO 94

Tomo I 14 LA COMPASIÓN Y LA GRACIA DE JESÚS (Lea cuidadosamente Mateo 14:1-21 y Marcos 6:30-44) “Cuando ya era muy avanzada la hora, sus discípulos se acercaron a él, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya muy avanzada. Despídelos para que vayan...”. ¡Qué palabras de hombres que recién han retornado de la predicación del evangelio! “Despídelos para que se vayan” (“Envíalos afuera de aquí” AKJV). ¡Ah! Una cosa es predicar la gracia y otra cosa es obrar por ella. Es bueno predicar, pero también es bueno obrar en ella. De hecho, la predicación sufrirá si no es combinada con el obrar. Es bueno instruir al que ignora, pero también es bueno alimentar al que tiene hambre. Lo último puede involucrar una mayor abnegación que lo primero. Puede no costarnos nada el predicar, pero hay un mayor costo el alimentar y no nos gusta tener en nuestra provisión privada a intrusos. ¿Está el corazón listo para poner por delante diez mil objeciones “Qué haré yo por mi mismo”?, ¿Quién se ocupará de mi familia? Nosotros debemos actuar juiciosamente. Nosotros no podemos hacer cosas que son imposibles. Estos y los argumentos similares al corazón egoísta puede empujar a objetar cuando una necesidad es presentada a Él mismo. “Despídelos para que se vayan” (VM). ¿Qué hizo a los discípulos decir esto?, ¿Cuál fue el origen real de esta egoísta demanda? Simplemente la incredulidad. Ellos tuvieron recuerdos que hubo en medio de ellos un anciano que había alimentado a “600.000 caminantes” durante cuarenta años en el desierto, ellos sabían que Él (Señor) no habría enviado lejos a una multitud hambrienta. Continuará...

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