COLECCION DE ESCRITOS MISCELANEOS TOMO 1 CAPÍTULO 97

Tomo I 14 LA COMPASIÓN Y LA GRACIA DE JESÚS (Lea cuidadosamente Mateo 14:1-21 y Marcos 6:30-44) También en especial en la recolección de los pedazos. El necio aquí podría decir, “¿Qué necesidad de recoger aquellas migajas esparcidas? Ciertamente el único que ha forjado tal milagro no tiene necesidad de las migajas”. Sí, pero nosotros no somos criaturas desechadas de Dios. Él usando los panes y los peces somos enseñados al no desprecio de ninguna criatura de Dios, más en la recolección de las migajas somos enseñados a no desperdiciarla. Los hombres en su necesidad se han reunido libremente, más Él no permitió que una sola miga fuera desperdiciada. ¡Cuán divinamente perfecto!, ¡Que diferente a nosotros! A veces nosotros somos tacaños y otras veces derrochadores. Jesús no fue ni lo uno ni lo otro. “Y comieron todos”. Más “Y recogieron de los pedazos doce cestas llenas, y de lo que sobró de los peces”. ¡Perfecta gracia!, ¡Perfecta sabiduría! ¡Podemos nosotros adorarle y aprender de esto! Podemos nosotros regocijarnos en la seguridad del bendito quién ha manifestado toda esta sabiduría y gracia en nuestras vidas. Cristo es nuestra vida y la manifestación de esta vida constituye un cristianismo práctico. Esto no es estar viviendo por reglas y regulaciones, sino simplemente teniendo a Cristo morando en el corazón por fe Cristo es la fuente de compasión perfecta y gracia perfecta.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario