COLECCION DE ESCRITOS MISCELANEOS TOMO 1 CAPÍTULO 99

Tomo I 15 ¿LA DOCTRINA O ESPERANDO AL HIJO? Apocalipsis 1: 5-7 Yo puedo concluir efectos proféticos por un mero estudio y en el ejercicio de mis facultades intelectuales, descubrir la doctrina de la Segunda Venida del Señor, y aún ser totalmente ignorante de Cristo, viviendo una vida de no pertenencia de Su corazón. ¡Cuan a menudo ha sido este el caso! Cuantos hemos sido sorprendidos con su vasto fundamento de conocimiento profético – un fundamento adquirido, el cual puede ser por años de laboriosa búsqueda y así al final se prueban ellos mismos de haber sido iluminados por una luz no santa – luz no adquirida por la espera en oración delante de Dios. Seguramente el pensamiento de esto afectara profundamente nuestros corazones y solemnizará nuestras mentes y nos instará a inquirir quiéralo o no, a conocer a aquella bendita persona, quien una y otra vez, anuncia Él mismo “viene pronto”; también, si no le conocemos, podemos hallarnos en el número de quienes son acusados por el profeta en las siguientes palabras introductorias: “¡Ay de los que desean el día de Jehová! ¿Para qué queréis este día de Jehová? Será de tinieblas, y no de luz, como el que huye de delante del león, y se encuentra con el oso; o como si entrare en casa y apoyare su mano en la pared, y le muerde una culebra. ¿No será el día de Jehová tinieblas, y no luz; oscuridad, que no tiene resplandor?” (Amos 5:18-20). El capitulo dos de Mateo nos provee de una muy atractiva ilustración de la diferencia entre un mero conocimiento profético de Cristo -- mostrando en el ejercicio del intelecto sobre la letra de las Escrituras, y el designio del Padre en la persona de Cristo. Los sabios manifiestamente guiados por el dedo de Dios estaban en la verdadera y seria búsqueda de Cristo, y lo encontraron. Continuará...

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