COLECCION DE ESCRITOS MISCELANEOS TOMO 1 CAPÍTULO 83

Tomo I 13 LA BIBLIA SU SUFICIENCIA Y SUPREMACÍA El árbol de la conveniencia es un árbol muy extendido, el cual produce los más atractivos frutos. Pero, ¡ah, querido lector, recuerde que esos frutos se sentirán amargos como el ajenjo al final! Sin duda, hacer todo el bien que podamos es algo bueno, pero reparemos con cuidado de qué manera lo hacemos. No nos engañemos a nosotros mismos por la vana ilusión de que Dios aceptará alguna vez servicios basados en una positiva desobediencia a su palabra. “Mi ofrenda a Dios”, decían los antiguos, a la vez que pasaban por alto descaradamente el claro mandamiento de Dios, como si Él fuese a sentir agrado en una ofrenda presentada de acuerdo con tal principio. Hay una íntima relación entre el viejo “Corbán” y la moderna «conveniencia», pues “nada hay nuevo debajo del sol” (Eclesiastés 1:9). La solemne responsabilidad de obedecer la Palabra de Dios era evadida mediante el plausible pretexto de “es Corbán”, o “mi ofrenda a Dios” (Marcos 7:7-13. Así sucedió antiguamente. El “Corbán” de los antiguos justificó —o procuró justificar— un sinnúmero de transgresiones a la ley de Dios; y la «conveniencia» de nuestros tiempos seduce a otros tantos para que traspasen el límite trazado por revelación divina. Ahora bien, reconocemos totalmente que la conveniencia ofrece los atractivos más codiciables. Parece algo muy placentero hacer mucho bien, lograr los fines de una benevolencia totalmente desinteresada, lograr resultados tangibles. No sería asunto fácil, por cierto, estimar debidamente las atrapantes influencias de tales cosas o la inmensa dificultad de arrojarlas por la borda. ¿Nunca nos hemos visto tentados, mientras nos manteníamos sobre la estrecha senda de la obediencia, a contemplar fuera de ella los brillantes campos de la conveniencia, a uno y otro lado, y exclamar: «¡Ay, estoy sacrificando mi utilidad por una idea!»? Sin duda; pero entonces, ¿qué ocurriría si tuviésemos un fundamento para esa «idea», así como lo tenemos para las doctrinas fundamentales de la salvación? Continuará...

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