COLECCION DE ESCRITOS MISCELANEOS TOMO 1 CAPÍTULO 89

Tomo I 14 LA COMPASIÓN Y LA GRACIA DE JESÚS (Lea cuidadosamente Mateo 14:1-21 y Marcos 6:30-44) En estos dos versículos paralelos nosotros nos presentamos con dos distintas condiciones del corazón en los cuales ambos encuentran su respuesta en la compasión y la gracia del Señor Jesús. ¡Permítanos examinarlo diligentemente y pueda el Espíritu Santo permitirnos tomar y llevar siempre su preciosa enseñanza! Fue un momento de dolor profundo para los discípulos de Juan cuando su maestro cayó por la espada de Herodes, cuando era el único en quién ellos estaban habituados a apoyarse y de cuyos labios los cuales ellos se habían acostumbrado a beber la instrucción, se aferraron ellos igual como una costumbre. Esto era verdaderamente un momento de tristeza y desolación, a los seguidores del Bautista. Pero había uno a quién ellos podían venir con su dolor y en cuyo oído ellos podrían verter su historia de dolor – El único de quién su maestro había hablado, a quién él había señalado y de quién él había dicho “Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe”. Recurrieron a Él los discípulos afligidos. Nosotros leemos “... los discípulos de Juan, tomaron el cadáver, y lo sepultaron; y yendo, se lo contaron a Jesús”. Esto era lo mejor que ellos pudieron haber hecho. No había otro corazón en la tierra en el que ellos pudieran encontrar una respuesta compasiva, del corazón amoroso de Jesús. Su compasión era perfecta. Él conoció todo el dolor de ellos. Él supo de su perdida y como ellos se estaban sintiendo. Estos discípulos actuaron sabiamente cuando “yendo, se lo contaron a Jesús”. Su oído estaba siempre abierto y su corazón siempre preparado a consolar, y ha compadecerse. Él ejemplifica perfectamente el mandato después incluidas en las palabras del Espíritu Santo, “Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran” (Romanos 12:15). Continuará...

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