EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 24

2- ¡Chócalas Rocky! Por eso, anímense y edifíquense unos a otros. 1 TESALONICENSES 5.11, NVI El verbo considerar significa «percibir claramente . . . entender plenamente, considerar estrechamente». John Trent recuerda la historia de un padre joven cuya hija se encontraba en los terribles dos años de edad. Ella era dulce, pero voluntariosa; casi más de lo que él y su esposa podían resistir. El padre decidió llevar a la niña a desayunar fuera de casa, para decirle cuánto la valoraban y la amaban. Cuando se servían los panqueques, le dijo: «Jenny, quiero que sepas que te amo mucho y que eres especial para mamá y para mí. Oramos por ti durante años y, ahora que estás aquí y sigues creciendo y siendo la maravillosa niña que eres, no podemos estar más orgullosos de ti». Cuando terminó de hablar, ella le dijo: «Más, papi . . . más». El padre continuó reafirmándola y animándola. Una vez más, cuando él quiso detenerse, Jenny le rogó que siguiera. Lo hizo dos veces más. «Ese padre no logró comer mucho de su desayuno, pero su hija recibió la nutrición espiritual que tanto necesitaba. En efecto, unos días después, ella corrió espontáneamente hacia su madre y dijo: «Soy una hija muy especial, mami. Papi me lo dijo”». ¿Conoces a alguien que necesite recibir un ánimo desenfrenado? Por supuesto que sí. Todos necesitan un(a) porrista. Sé uno(a) entonces. «Busquen lo mejor del otro y siempre hagan su mejor esfuerzo para sacarlo a relucir» (1 Tesalonicenses 5.15, traducción libre de THE MESSAGE). A mediados de 1930, un instructor de la YMCA le propuso a su supervisor una idea para una clase. Se basaba en algunos principios que había aprendido al trabajar como vendedor en la ciudad de Warrensburg, Missouri. Los directores no podían pagarle los dos dólares por noche que cobraba, por lo que acordó impartir las clases bajo comisión. En un par de años, el curso se hizo tan popular, que el instructor ganaba treinta dólares por noche, en lugar de dos. Un ejecutivo editorial escuchó los mensajes y animó al instructor a compilar las clases en un libro. Y Dale Carnegie lo hizo. El libro Cómo ganar amigos e influir sobre las personas se mantuvo, durante diez años, en la lista de los best sellers del New York Times. Continuará...

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