EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 32

MAX LUCADO 3- NO TE ENCARIÑES CON TUS AVERSIONES Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor. Efesios 4.2, NTV Somos propensos a actuar como un sujeto que va por la carretera interestatal. Mientras conduce, recibe una llamada de su esposa. Ella estaba en pánico. «Cariño, ten cuidado. ¡Recién escuché en la radio que un tipo va por el carril equivocado de la carretera!». La respuesta del esposo fue con la misma urgencia. «No es ni la mitad de lo que dices, amor. No es solo uno el que va en dirección contraria. ¡Son cientos!». ¿Crees que el mundo necesita más tolerancia? Sé tú más tolerante. ¿Te gustaría que la gente dejara de quejarse? Cuando tú dejas de hacerlo, el mundo tiene un quejumbroso menos. ¿A nadie lo importa un bledo el pobre? Tu compasión hará que ese bledo crezca. Si quieres cambiar el mundo, comienza por ti mismo. Antes de señalar las motas de los demás, asegúrate de no llevar tú mismo una rama de secuoya. D. L. Moody fue uno de los cristianos más influyentes de su generación. Llevó a la fe a miles de personas y fundó muchas instituciones de educación y capacitación. A pesar del éxito, tuvo la reputación de ser un hombre humilde, poco impresionado de sí mismo y lleno de gracia para con otros. Era famoso por decir: «En este momento tengo tanto problema con D. L. Moody que no tengo tiempo para hallar faltas en otras personas». La enseñanza de Jesús no restaba lugar a las críticas constructivas. Simplemente nos instaba a seguir la secuencia correcta. «Primero saca la rama que tienes en tu ojo, y así podrás ver bien para sacar la basurita que está en el ojo del otro» (Mateo 7.5, TLA; énfasis añadido). Continuará...

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