EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 47

MAX LUCADO 5- EL FINO ARTE DE SALUDAR Saludaos los unos a los otros.ROMANOS 16.16 El jefe ya había tenido bastante. Decidió que había soportado más que cualquier otro gerente general. Estaba hasta la coronilla. Estaba saturado. ¡Se acabó!, resolvió, y dejó a su personal una carta de dos páginas que comenzaba con este párrafo: Me tomé un permiso para ausentarme del trabajo por un mes . . . No sé con certeza lo que voy a hacer ni a adónde voy a ir, pero aquí en la oficina no me voy a quedar. No era el primer ejecutivo que sentía como si estuviera retirándose y dándole la espalda al desastre. El hecho de que se sintiera frustrado no era algo único. Pero lo que causó su frustración es digno de mencionar: En este lugar, ha existido un historial de faltas de respeto entre las personas y, a partir de ahora, se acabó. He llegado al punto en que me asusta incluso salir de la oficina por temor a que la gente comience a ventilar sus diferencias. Me ha dado miedo incluso tomarme vacaciones extendidas. A partir de ahora, las personas o se tratan con respeto, dignidad y cortesía o yo me jubilo. He trabajado demasiado duro y por demasiado tiempo como para ver a esta compañía venirse abajo. Me voy (y cobro lo que me corresponde) antes de permitir que eso ocurra. O SE TRATAN con respeto entre ustedes o me voy de aquí. Cuando vuelva, voy a preguntar a varias personas de la oficina si han sido tratadas con más respeto durante mi ausencia. Si la respuesta es positiva, me arremango la camisa y vuelvo a trabajar con toda sinceridad. Si no ha cambiado nada, sigo con mi vida. Este jefe frustrado llegó hasta el punto de dejar a los empleados tareas específicas que debían realizar durante esos treinta días de ausencia. Entre ellas: «Simplemente decir “buenos días”. No es tan difícil». Continuará...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario