EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 70

MAX LUCADO 7- SIRVE TÚ «Sírvanse los unos a los otros por amor». GÁLATAS 5.13, RVC En el estrato social de sus días, María estaba en el último peldaño. Como judía, daba cuenta a los romanos. Como mujer, era subordinada a los hombres. Como joven, ocupaba el segundo lugar después de las mujeres mayores. Era pobre, así que estaba por debajo de las clases más altas. María era extraordinariamente común. Con todo, esta virtud la distinguía del resto: «Soy la esclava del Señor. Que suceda todo tal como me lo has dicho» (Lucas 1.38, TLA). Cuando Dios quiso traer a Jesús al mundo, andaba en busca de siervos. No se requieren diplomas. No se especifica linaje. La cuenta corriente no es relevante. No importa el lugar de nacimiento. A todos los modestos del mundo, les recuerdo: Dios te puede usar. A todos los orgullosos del mundo, les advierto: Dios te corregirá. Pecado es la palabra que se usa en la Biblia para describir el rasgo arrogante que genera la autoexaltación. El pecado engendra una sensación de derecho. El pecado describe el problema que suscitó mi mascullar en el estacionamiento del centro comercial. Una mujer ocupó mi lugar para aparcar. El que yo quería. El que yo necesitaba. El que yo había estado esperando (¡Tenía la luz de cruce encendida, por todos los cielos!). El que yo me merecía porque estaba apurado, y porque soy muy importante y no tengo tiempo para holgazanear en los centros comerciales, porque soy un hombre de Dios y porque era la semana anterior a Navidad. Continuará...

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