EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 71

MAX LUCADO 7- SIRVE TÚ «Sírvanse los unos a los otros por amor». GÁLATAS 5.13, RVC Para los pastores, las fiestas son una época ajetreada y encontrar disponible un lugar para aparcar en el momento justo es prueba del favor de Dios sobre mí. ¿Cómo se atreve esa mujer a llevarse mi bendición? Pero lo hizo. Pensé decirle algo. Me alegra tanto haberme mordido la lengua, porque cuando me vio pasar en el auto, dijo: «¡Hola, pastor Max! ¡Nos vemos el domingo!». Multiplica la arrogancia que me atacó en el estacionamiento por siete mil millones de seres humanos que viven en el mismo planeta. Luego vuelve a multiplicarlo por los montones de veces que, cada día, nos ataca a cada uno de nosotros. Con razón este mundo es un desastre. El sentirse con derechos, ciertamente, atacó a la madre de Santiago y de Juan. Entonces se le acercó [a Jesús] la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos [Santiago y Juan], postrándose ante él y pidiéndole algo. Él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: «Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda». (Mateo 20.20, 21) A veces, nos preguntamos si los discípulos escuchaban a Jesús cuando hablaba. Nada más una página antes en ese evangelio, leemos que Jesús les decía que imitaran al espíritu de los niños (Mateo 19.13-15). Le dijo al joven gobernante rico que dejara de confiar en sí mismo y comenzara a confiar en Dios (Mateo 19.16-21). Declaró: «Así que los últimos serán primeros, y los primeros, últimos» (Mateo 20.16, NVI). Por tercera vez predijo su muerte, entierro y resurrección (Mateo 20.17-19). ¿Pero alguno de los seguidores le pidió a Jesús que explicara el significado de la humildad? ¿Alguno lo consoló? No. La única respuesta vino de la madre de Santiago y Juan al solicitar para sus hijos cargos de gabinete en el nuevo reino. Continuará...