EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 81

MAX LUCADO 8- COSAS INCÓMODAS "Por tanto, acéptense mutuamente, así como Cristo los aceptó a ustedes para gloria de Dios". ROMANOS 15.7, NVI Jesús lanzó esas palabras con ironía. Los fariseos se consideraban «sanos» y «justos» espiritualmente. Pero en realidad, estaban enfermos y eran unos mojigatos. Pero dado que ellos creían no estar enfermos, creían no necesitar a Jesús. Mateo y su banda, por el contrario, le hicieron espacio a Jesús. Como resultado, Jesús les hizo espacio a ellos. ¿Hacemos eso nosotros? Una de las preguntas más difíciles en cuanto a las relaciones humanas es: «¿Qué hacemos con un Leví?».El leví de tu vida es la persona con la cual disientes en lo fundamental. Ambos siguen diferentes sistemas de valores. Obedecen filosofías distintas. Se adhieren a códigos de conducta, de vestimenta y de fe distintos. Tú tienes un auto híbrido; él conduce una camioneta traga-gasolina que contamina el ambiente. Tú eres republicano y ella es demócrata. Tú amas a tu esposo y ella vive con su esposa. Tú leví es «el opuesto a ti». Los opuestos a ti pueden vaciarte el tanque de alegría. Hay tensión e incomodidad. La ira puede surgir como una llama, sea esta grande o pequeña. No ser capaz de manejar esa relación puede llevar al aislamiento, al prejuicio y a la intolerancia. ¿Qué pasaría si «el opuesto a ti» fuera tu jefe? ¿O tu vecino de al lado? ¿O tu colega? ¿Qué pasaría si «el opuesto a ti» fuera tu padre o tu hija? ¿Cómo quiere Dios que respondamos a los levíes del mundo? ¿Quiere que los ignoremos? ¿Que compartamos una comida con ellos? ¿Que nos vayamos cuando ellos llegan? ¿Que les pidamos que se vayan para que nosotros podamos quedarnos? ¿Que conversemos sobre nuestras diferencias? ¿Que las descartemos? ¿Que discutamos? ¿Que los evitemos? Continuará...

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