EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 115

MAX LUCADO SÉ AMADO, LUEGO AMA Ámense los unos a los otros. JUAN 13.34 Dios todavía no termina. Deja que maduren las uvas. Dale tiempo al artista. Aplaude los avances que ves. Sé el(la) animador(a) que saca lo mejor de los demás, no el crítico que apunta a ellos. Disfrutarás la relación y ellos también. Acepta el rol del señor Mosconi. Mira tu mundo como un museo de tesoros divinos. Mírate a ti mismo como el cuidador. Tú existes para hacer que la música brote de ellos. Mosconi tenía un armario de herramientas: resina, aceites y arcos. Tú también cuentas con un armario de herramientas: palabras de ánimo, palabras de amonestación, un saludo afectuoso, perdón genuino. Aplicas resina a tus relaciones con paciencia, bondad y desinterés. Haces todo lo que sea necesario para sacar lo mejor de los demás. ¿Por qué? Porque Dios está sacando lo mejor de ti. Poco a poco, día tras día, de un nivel de gloria a otro, Dios está haciendo una nueva versión de ti. No cedas ante el comité diminuto de pensamientos negativos que te deja relegado al costado del camino. Quizás fallaste en el amor. No importa. Dios da segundas oportunidades. Tal vez te hayas hecho la reputación de ser mordaz. Sin problema. Dios puede cambiar eso. Él te puede cambiar. Él no ha perdido la fe en ti. No pierdas la confianza en ti mismo. Ejercí labores de abuelo una de estas noches. Los padres de Rosie tenían un compromiso y mi esposa estaba fuera de la ciudad, así que adivina quién tuvo una cita con su amor de dos años y medio. Oh, ¡qué bien lo pasamos! Se disfrazó de novia. Comimos Cheerios, sin leche. Bailamos música de Disney. Y, para rematar, caminamos hacia la entrada en la oscuridad. Continuará...

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