EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 119

MAX LUCADO El Siguiente Paso Desafíate a ser feliz Durante casi todo el juego, el momento de Olson estuvo en duda. El marcador iba 14-14 en la mitad, 21-21 después de tres cuartos. Con seis minutos para terminar el juego, los equipos iban empatados 28-28. Pero luego USC se encendió, anotó tres veces y sacó una ventaja imposible de alcanzar. El entrenador Helton pidió tiempo. Olson hizo un par de snaps de práctica. Mientras calentaba, Helton le dio la señal al entrenador de Western Michigan, quien le dio la señal a su equipo. Todos los jugadores, en ambos costados del campo, se despabilaron. El árbitro, que también era parte del drama, localizó el balón, puso la mano en la espalda de Olson, despejó del camino e hizo sonar el pito para que comenzará el juego. En ese momento, no había competidores, no había bandos contrarios, no había perdedores ni ganadores. Había un solo jugador que vencía una enorme discapacidad, y todos lo animaban. En la historia del fútbol americano universitario, el juego era uno de miles. Sin embargo, el momento era uno en un millón. En el instante preciso, Olson hizo un snap perfecto en espiral. El balón estaba en su lugar, la patada fue buena y Jake fue rodeado por sus compañeros de equipo. Quizás haya sido el mejor punto extra de la historia de los troyanos. ¿A quién no le gustan las historias como esa? ¿Qué palabra representa lo que sentimos en momentos como esos? ¿Qué tal esta: felicidad? ¡Y ni siquiera estuvimos ahí! Yo no estaba en las gradas. Lo más probable es que tú no hayas estado ahí. No vimos el snap ni fuimos testigos de la patada, aun así, con solo leerlo, nos sentimos felices. Cuando la humanidad muestra la generosidad suficiente para ayudar a que otros tengan su momento, la felicidad encuentra la forma de precipitarse como cascada. Continuará...

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