EL SECRETO DE LA FELICIDAD CAPÍTULO 121

MAX LUCADO El Siguiente Paso Desafíate a ser feliz Me gustaría desafiarte a hacer lo mismo. Esta es mi idea. Proponte subir el nivel de alegría de cien personas durante los próximos cuarenta días. De forma intencionada, pon en práctica los pasajes de reciprocidad (los unos a los otros). Ora por las personas, sirve más, práctica la paciencia y saca a relucir lo mejor de los demás. Haz un diario personal en el que describas los encuentros que tuviste y qué hiciste. Apunta los detalles de cada momento. ¿En qué lugar fue? ¿Qué aprendiste? Al terminar los cuarenta días, ¿será distinto tu mundo? ¿Serás tú distinto? De seguro, yo sí lo soy. Llevé a cabo el desafío mientras escribía este libro. La experiencia fue el doble de difícil de lo que imaginé, pero cien veces más gratificante de lo que alguna vez pensé. Esta es una de esas anotaciones que hice en mi diario: El avión que salía de Mineápolis estaba dos horas atrasado, debido al «retraso de la tripulación», según anunciaba el auxiliar de puerta a los pasajeros que estaban en el área de espera. Cuando los tres sobrecargos aparecieron, ya era casi hora de dormir. Estaban cansados por causa del vuelo anterior y pasaban avergonzados entre la multitud de pasajeros, que los miraban con cara larga. Incluso algunos los abuchearon. Cuando finalmente nos subimos al avión, todavía era un caos. No había espacio suficiente entre la cabeza y el techo. Había muchos abrigos de invierno. Terminé dejando mi bolso a un campo de fútbol de distancia de mi asiento. Me senté con un suspiro. Luego recordé el desafío de hacer feliz a cien personas. Había pasado media hora de vuelo cuando tuve la oportunidad de agradecer a la sobrecargo por el profesionalismo con el que manejó el retraso. Ella me agradeció que yo le agradeciera. Aun así, yo sentía que podía hacer más. A mitad de trayecto, me levanté de mi asiento y fui a su estación de trabajo. Continuará...

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