TÚ Y TU CASA CAPÍTULO 6

El cristiano en el hogar C. H. Mackintosh LA CASA DEL CREYENTE EN EL ANTIGUO TESTAMENTO Abraham y su casa La relación es a la vez notable y hermosa, y el hombre que falta en fe para apropiarse del privilegio, faltará en poder moral para llevar a cabo la responsabilidad. Dios considera la casa de un hombre como parte de sí mismo, y el hombre no puede, en el más mínimo grado, ya en principio, ya en práctica, desconocer esta relación sin sufrir graves daños y sin causar perjuicios al testimonio. Ahora bien, la pregunta para la conciencia de un padre cristiano, es ésta: «¿Cuento con Dios para mi casa; y gobierno mi casa para Dios?» Ésta es, seguramente, una pregunta solemne; sin embargo, es de temerse que muy pocos cristianos sienten su importancia y gravedad. Puede que mi lector se sienta dispuesto a demandar un mayor número de pruebas bíblicas que el que se ha aducido, en cuanto a nuestro derecho de contar con Dios para nuestras casas. Voy, pues, a proseguir con las citas bíblicas. Continuará...

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