GÉNESIS PARTE 16

EL DÍA SÉPTIMO Y EL RÍO El día séptimo: reposo de Dios Este capítulo presenta a nuestra consideración dos temas de esencial importancia, a saber, “el día séptimo” y “el río”. Nos ocuparemos de ellos en el orden respectivo. Hay pocos asuntos respecto a los cuales prevalezca tanta mala inteligencia y contrariedad de opinión como éste de la doctrina del “sábado”. Y esto a pesar de que carecen de todo fundamento, tanto la una como la otra, pues las explicaciones de la Palabra que tratan de este asunto son de lo más sencillas. El mandamiento formal de guardar como santo el día séptimo será el tema de nuestro estudio. Dios mediante, al llegar al capítulo veinte del libro del Éxodo. Aquí nuestra tarea es la de estudiar esta declaración histórica que dice que Dios “reposó el día séptimo” (v. 3). “Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación” (Génesis 2:1-3). Aquí no se habla de un mandamiento para los hombres. Simplemente se nos dice que Dios gozó de un reposo después de haber acabado la obra de la creación. Como no tenía más que hacer, el que había trabajado seis días dejó de obrar y entró en su descanso. Todo estaba completo, todo era bueno. Todo había quedado como él lo había proyectado y Dios pudo sentir el gozo de la satisfacción. “Alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios” (Job 38:7). La obra de la creación se había terminado y Dios celebraba su sábado.Continuará...

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