GÉNESIS PARTE 34

GÉNESIS El río del Edén, imagen del río de la gracia LA CAÍDA El valor de la Palabra de Dios. Como hemos visto, la bendición de Dios acompaña a todo acto de obediencia. Por otra parte, vemos cómo el alma que vacila en su lealtad a Dios le da ventaja a su enemigo, quien la usará seguramente para hacer que el alma se separe cada vez más de Dios. Por eso es que Satanás, después de sembrar la duda en la mente de Eva con la pregunta: “¿Conque Dios os ha dicho...?”, declara abiertamente: “No moriréis” (v. 4). Su primer punto de ataque fue plantear una cuestión que podría discutirse en cuanto a lo que Dios había dicho, o acaso si en verdad había dicho algo o no. El segundo punto es la abierta negación que hace a Dios mentiroso. Esta historia de la astuta táctica de Satanás nos prueba cuán peligroso es admitir en el corazón una duda en cuanto al carácter de la revelación divina o acerca de la plenitud o integridad de su inspiración. El racionalismo actual es un refinamiento de la indisculpable incredulidad del ateísmo, pero es igualmente peligroso, aunque parezca estar lejos de negar la existencia de Dios. Eva no habría admitido, sin protestar, semejante insulto hacia su Dios si no hubiera caído antes en cierta indiferencia y descuido en cuanto a su Palabra. Ella permitió que una criatura pusiese en tela de juicio la palabra de su Creador. La autoridad de esa palabra seguramente había visto menguado de alguna manera su poder sobre su conciencia y su entendimiento. '' Continuará...

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