GÉNESIS PARTE 38
GÉNESIS
El río del Edén, imagen del río de la gracia
LA CAÍDA
La plena inspiración de las Escrituras
El hecho de conocer a Dios es un fundamento sólido de una dicha sin fin en su presencia gloriosa; ignorarle es abrir la puerta para la perdición eterna. Todo depende del conocimiento que tengamos de Dios. Vivifica el alma, purifica el corazón, tranquiliza la conciencia, eleva los afectos y santifica enteramente el carácter y la conducta.
No es de extrañar, pues, que el propósito principal de Satanás fuera privar al hombre de su conocimiento del verdadero Dios. Procuró trocar su imagen representándole como carente de bondad. De aquí nació todo el mal. El pecado puede manifestarse de mil formas y, como quiera que llegue o cualquiera sea el nombre o el disfraz bajo el que se esconda, emana siempre de la misma fuente: la falta de conocimiento acerca de Dios y de Su verdadero carácter. El hombre educado que se jacta de su elevada moralidad, el filántropo más benévolo y el ascético más devoto, si carecen de este conocimiento salvador de Dios, estarán tan lejos de la vida y de la santidad verdadera como la ramera y el publicano. El hijo extraviado había pecado tan abiertamente contra su padre y había perdido la comunión con él tanto en el momento en que cruzó el umbral de la puerta para partir del hogar como cuando se hallaba apacentando los cerdos en el país lejano. Lo mismo sucedió con Eva, en el momento en que se desprendió de las manos de Dios y se separó de su posición de dependencia absoluta y de sumisión a su Palabra, se entregó al dominio de Satanás y se prestó a su manejo para perdición de la raza humana. Continuará...

Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario